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El operador de casas de apuestas William Hill, propiedad de 888, recibe la mayor sanci¨®n de la historia del juego en el Reino Unido. 19,2 millones de libras (23,7 millones de d¨®lares) es la multa colectiva impuesta a 3 de las operaciones de juego del grupo William Hill. Las infracciones se describen como fallos “generalizados y alarmantes” relacionado con la responsabilidad social de la empresa y la lucha contra el blanqueo de dinero en sus pr¨¢cticas comerciales.
La Comisi¨®n del Juego del Reino Unido (UKGC) se qued¨® at¨®nita ante el alcance de la mala conducta descubierta. La multa impuesta fue una alternativa m¨¢s leve que la medida que se hab¨ªa considerado inicialmente: la suspensi¨®n de la licencia de juego del grupo.
La UKGC descubri¨® varios casos de conductas inescrupulosas. Entre ellas, permitir que un cliente abriera una cuenta nueva y gastara 23.000 libras en 20 minutos. Otro cliente gast¨® 32.500 libras en 48 horas sin ning¨²n control, ni tener que esquivar ninguna medida preventiva.
Los fallos llegaron a ser a¨²n m¨¢s obscenos, ya que se permit¨ªa a los clientes gastar y perder cifras de decenas de miles de libras, sin ning¨²n tipo de comprobaci¨®n. Cifras tan rid¨ªculas y descontroladas que incumplen la legislaci¨®n contra el blanqueo de capitales.
Los problemas relacionados con una diligencia debida muy deficiente en toda la empresa tambi¨¦n eran motivo de preocupaci¨®n. Los controles resultaron ineficaces, lo que permiti¨® a 331 clientes apostar posteriormente con WHG (International) tras haberse autoexcluido con el Sr. Green. Ambas empresas est¨¢n gestionadas por William Hill, lo que demuestra una falta de esfuerzo por aplicar sus propios controles entre plataformas.
Estas sanciones reglamentarias llegan poco menos de una semana despu¨¦s de que las operaciones de Kindred Group 2,32 Red Limited y Platinum Gaming Limited, recibieran tambi¨¦n una multa por valor de 7,1 millones de libras. Los cargos eran casi id¨¦nticos: gastar y perder gran cantidad de dinero, medidas de autoexclusi¨®n ineficaces y sin aplicarse y una falta de interacci¨®n con los clientes en cualquier intento de proteger a los jugadores problem¨¢ticos.
William Hill ha declarado que todo el sector deber¨ªa trabajar en colaboraci¨®n con los reguladores para mejorar las deficiencias que han salido a la luz.
“Todo el grupo comparte el compromiso de la Comisi¨®n del Juego de mejorar las normas de cumplimiento en todo el sector. Seguiremos trabajando en colaboraci¨®n con el regulador y otras partes interesadas para conseguirlo”.
Estas ¨²ltimas de muchas sanciones econ¨®micas se suman a la operaci¨®n m¨¢s amplia que el gobierno brit¨¢nico lleva a cabo en un intento de reformar y restablecer la eficacia de la regulaci¨®n del juego en Gran Breta?a. Para que sea a la vez segura, conforme y socialmente responsable, sin dejar de ser igual de rentable.
La comisi¨®n de Medios Digitales, Cultura, Medios de Comunicaci¨®n y Deporte entrevist¨® a los principales operadores para recopilar informaci¨®n que se incluir¨¢ en un libro blanco del juego contempor¨¢neo y completo, de forma que haga de base de la nueva legislaci¨®n. Estos operadores criticaron a la Comisi¨®n por su falta de compromiso. Existe un descontento generalizado por la falta de consulta e informaci¨®n del regulador a los operadores. Por ello, se sienten decepcionados a la hora de imponer multas.
La validez de esta afirmaci¨®n puede verse en la declaraci¨®n de la empresa matriz de William Hill, 888:
“Tras adquirir William Hill, la empresa abord¨® r¨¢pidamente los problemas detectados con la aplicaci¨®n de un plan riguroso de acci¨®n”.
Las operaciones de William Hill fuera de EE. UU. fueron adquiridas por 888 el a?o pasado por de 1,95 mil millones de libras. Todo ello pinta un cuadro de confusi¨®n y regulaci¨®n ineficaz. La situaci¨®n ha llevado a que las multas sean una sanci¨®n merecida, pero incongruente. La legislaci¨®n que se dise?a actualmente de forma preliminar debe abordar estas cuestiones de una manera que reconfigure y moldee la industria en lugar de repartir numerosas multas que se est¨¢n convirtiendo r¨¢pidamente en un simple coste de hacer negocios. Es una cuesti¨®n que se tiene que resolver para que el sector del juego en el Reino Unido mejore su cumplimiento sin sufrir un retroceso significativo en los servicios que puede prestar y el ¨¦xito que puede cosechar.