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La controversia de Polymarket y la presi¨®n para prohibir las apuestas electorales en Estados Unidos recuerda los peligros potenciales que plantea la mezcla de pol¨ªtica y juegos de azar. A medida que avanzamos, es crucial recordar las lecciones del pasado y garantizar que nuestros procesos democr¨¢ticos no se vean comprometidos por intereses financieros. Hay que preservar la inviolabilidad de las elecciones y la confianza de los votantes. El futuro de nuestra democracia puede muy bien depender de ello.
Un acontecimiento reciente en el panorama pol¨ªtico estadounidense ha suscitado un debate sobre la intersecci¨®n de la pol¨ªtica y el juego. Un grupo de legisladores estadounidenses, encabezados por el senador por Oreg¨®n Jeff Merkley, ha pedido a la Comisi¨®n de Comercio de Futuros de Materias Primas (CFTC) que proh¨ªba las apuestas en las elecciones estadounidenses. La medida responde a la preocupaci¨®n por las actividades de Polymarket. Se trata de una plataforma que permite a los usuarios apostar sobre los resultados de diversos acontecimientos, incluidas las elecciones estadounidenses.
Los legisladores, entre los que se encuentran los senadores Richard Blumenthal, Chris Van Hollen, Elizabeth Warren y Sheldon Whitehouse, junto con los representantes Eleanor Holmes Norton, Jamie Raskin y John Sarbanes, expresaron su preocupaci¨®n por el hecho de que permitir los mercados de apuestas en las elecciones podr¨ªa socavar la confianza p¨²blica en la democracia. Argumentan que tales mercados de apuestas podr¨ªan conducir a la corrupci¨®n, influir en los resultados electorales y erosionar la confianza de los votantes.
En una carta al presidente de la CFTC, Rostin Behnam, los legisladores apoyaron una propuesta de norma que prohibir¨ªa los contratos de eventos relacionados con los resultados de las elecciones estadounidenses. Recalcaron que las elecciones son empresas sin ¨¢nimo de lucro y subrayaron la importancia de evitar la mercantilizaci¨®n del proceso democr¨¢tico.
Los legisladores advirtieron de que permitir grandes apuestas de personas y empresas adineradas podr¨ªa socavar la integridad del proceso electoral. Argumentaron que las apuestas electorales abaratan fundamentalmente la santidad de nuestro proceso democr¨¢tico.
Los legisladores advirtieron de que permitir grandes apuestas de personas y empresas adineradas podr¨ªa socavar la integridad del proceso electoral. Argumentaron que las apuestas electorales abaratan fundamentalmente la santidad de nuestro proceso democr¨¢tico.
La pol¨¦mica en torno a las apuestas electorales no es nueva. Durante los periodos victoriano y eduardiano, las leyes m¨¢s estrictas sobre el juego afectaron a las apuestas pol¨ªticas. Sin embargo, en 1963, Ladbrokes empez¨® a aceptar abiertamente apuestas sobre acontecimientos pol¨ªticos y, para las elecciones generales del a?o siguiente, William Hill se sum¨® a la iniciativa.
En los ¨²ltimos a?os, el tema ha resurgido con fuerza. Las elecciones generales de 2024 en el Reino Unido se vieron empa?adas por un esc¨¢ndalo de apuestas, con acusaciones de apuestas il¨ªcitas realizadas por miembros de partidos pol¨ªticos y agentes de polic¨ªa, algunos de los cuales podr¨ªan haber tenido informaci¨®n privilegiada sobre la fecha de las elecciones generales. Este esc¨¢ndalo ha dado lugar a un debate m¨¢s amplio sobre el papel de las apuestas en la pol¨ªtica y su posible impacto en el proceso democr¨¢tico.