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El programa piloto de control de riesgo financiero del Reino Unido gana velocidad, pero no todos est¨¢n convencidos de que sea tan sencillo como afirma la autoridad reguladora.
La (UKGC, por sus siglas en ingl¨¦s) repiti¨® firmemente su mensaje: los controles de riesgo financiero no son verificaciones de solvencia. Este m¨¦todo ofrece una experiencia m¨¢s r¨¢pida y sencilla y, seg¨²n los datos del programa piloto, permiten realizar comprobaciones r¨¢pidas a m¨¢s del 97?% de los jugadores. La propuesta estrella del informe t¨¦cnico sobre el juego de 2023 podr¨ªa estar a punto de implementarse, pero en el sector a¨²n no se relajan.
Lo que est¨¢ en juego es mucho m¨¢s que la experiencia del usuario: la forma en que se implementen estos controles podr¨ªa redefinir el cumplimiento normativo de los operadores, afectar la fidelidad de los clientes y alterar el equilibrio entre la protecci¨®n de los jugadores vulnerables y la expulsi¨®n de los jugadores ocasionales.
Desde septiembre de 2024, la UKGC ha estado implementando un programa piloto de cuatro fases para controlar el riesgo financiero. Estos controles, que se activan cuando los dep¨®sitos netos de un cliente superan las 500 libras esterlinas (estaba previsto que se redujeran a 150 a principios de 2025), recopilan datos de agencias crediticias para detectar indicios de estr¨¦s financiero, como cuentas recientes sin pagar o planes de gesti¨®n de deuda.
Desde la autoridad reguladora remarcan que el proceso es sencillo: no se verifica la calificaci¨®n crediticia, no se cargan documentos que revelen datos personales ni se introducen campos sobre el c¨®digo postal o el empleo. En cambio, el sistema detecta el riesgo bas¨¢ndose en indicadores financieros p¨²blicos. En la mayor¨ªa de los casos, el cliente ni siquiera se entera de que se realiz¨® una verificaci¨®n.
En la segunda fase del programa piloto, se realizaron m¨¢s de 1,7 millones de comprobaciones de riesgos financieros en 860.000 cuentas. De estas, el 97 % se procesaron sin problemas, lo que supone un aumento respecto al 95 % de la primera fase y muy por encima del objetivo original del 80 % del informe t¨¦cnico.
La UKGC afirma que, ahora, solo el 0,1 % de todas las cuentas requerir¨ªan una verificaci¨®n sencilla, que generalmente implica una revisi¨®n manual o un seguimiento. Esto representa aproximadamente uno de cada mil clientes. Es una simulaci¨®n, no la realidad por ahora. El 3 % de las cuentas se encuentran en una zona gris: archivos poco fiables, donde se sabe poco y no se asume ning¨²n riesgo. Otro 3 % se mantuvo sin coincidencias, en comparaci¨®n con el 5 %, a medida que los operadores perfeccionaban sus flujos de datos autom¨¢ticos. Sin embargo, la verdadera medida podr¨ªa residir en NatCen, la fuerza externa que eval¨²a si este sistema es una red de seguridad o simplemente otra venda digital.
Las cifras pueden ser impresionantes, pero la tercera fase revel¨® una falla clave: las agencias crediticias no siempre siguen el mismo patr¨®n. Los operadores informaron haber recibido informaci¨®n diferente seg¨²n la agencia que emiti¨® el informe. Las disparidades en los informes entre agencias generan fricci¨®n, interrumpen la automatizaci¨®n y obligan a los equipos de atenci¨®n al cliente a reconsiderar cada respuesta.
Helen Rhodes, directora de Pol¨ªticas Principales de la Comisi¨®n, confirm¨® que la siguiente fase se centrar¨¢ en la ¡°coherencia de los datos entre las agencias¡± y en apoyar a los operadores para ¡°Identificar la gravedad de las dificultades financieras y c¨®mo apoyar a los clientes¡±. Junto con la aclaraci¨®n de la Comisi¨®n sobre la loter¨ªa, el impulso a la coherencia sugiere que el regulador est¨¢ endureciendo su control y lo est¨¢ haciendo de manera inteligente.
Las estad¨ªsticas de los umbrales de riesgo parecen similares. Los clientes que cumplieron con los criterios de verificaci¨®n de riesgo financiero tuvieron entre dos y cinco veces m¨¢s probabilidades de tener un impago reciente o estar en un plan de gesti¨®n de deudas que quienes no los cumplieron. Sin embargo, el programa piloto tambi¨¦n se enfrenta a casos excepcionales como los ¡°expedientes escueto¡±, en los que el historial crediticio de un cliente tiene demasiada poca informaci¨®n como para emitir un juicio significativo.
Adem¨¢s, aunque la UKGC se mantiene firme en que no se trata de verificaciones de solvencia disfrazadas, los expertos legales no est¨¢n del todo de acuerdo.
Melanie Ellis, socia de Northridge Law, argumenta que la posici¨®n actual de la comisi¨®n se contradice los mensajes emitidos anteriormente sobre el cumplimiento.
¡°Para evitar m¨¢s confusiones sobre este tema¡± ¨Dafirm¨®¨D, la comisi¨®n deber¨ªa retractarse formalmente de las directrices anteriores que suger¨ªan que los operadores deb¨ªan obtener verificaciones de solvencia. Estas directrices siguen generando confusi¨®n¡±.
Tambi¨¦n existe una creciente preocupaci¨®n en el sector de las carreras, puesto que la financiaci¨®n de las casas de apuestas sustenta todo, desde los fondos de premios con dinero hasta las operaciones de base. Algunos argumentan que una ca¨ªda en el volumen de apuestas podr¨ªa tener repercusiones mucho m¨¢s all¨¢ de los m¨¢rgenes de las casas de apuestas.
En Europa, las verificaciones de solvencia obligatorias de a los Pa¨ªses Bajos, implementadas en 2024, ya han recibido cr¨ªticas porque provocan que los jugadores utilicen el mercado ilegal. La UKGC dise?¨® el control de riesgo financiero autom¨¢ticas para evitar esa trampa. Sin embargo, los detractores de la medida advierten que cualquier percepci¨®n de vigilancia financiera podr¨ªa generar que los clientes que juegan grandes cantidades de dinero que se vayan al extranjero.
A pesar de las claras mejoras en el procesamiento autom¨¢tico, la comisi¨®n se enfrenta ahora a su tarea m¨¢s delicada: ayudar a los operadores a integrar sin problemas el control de riesgos financieros en la experiencia del cliente y explicar el proceso de forma transparente sin alarmar a los usuarios.
La cuarta fase del programa piloto, prevista para este verano, se centrar¨¢ en c¨®mo integrar el control a estrategias m¨¢s amplias de interacci¨®n con el cliente; esto incluye c¨®mo las se?ales de riesgo deber¨ªan activar las intervenciones y c¨®mo deber¨ªa ser la asistencia una vez que se identifique una persona con vulnerabilidades financieras. Esto refleja la tendencia general del sector hacia la monitorizaci¨®n basada en IA, con controles sencillos que podr¨ªan volverse m¨¢s inteligentes, r¨¢pidos y predictivos.
Desde la comisi¨®n insisten en que el objetivo final es la confianza, y no el castigo. Sin embargo, a¨²n no est¨¢ claro si jugadores, operadores y activistas podr¨¢n alinearse para lograrlo.
En resumen, tal vez la tecnolog¨ªa sea r¨¢pida y discreta, pero el debate en torno a ella a¨²n no se resuelve.