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Una mujer con una ludopat¨ªa oculta rob¨® m¨¢s de 6.700 libras a un pensionista postrado en cama bajo su cuidado. Utiliz¨® el dinero para alimentar sus h¨¢bitos de bingo y apuestas. Karen Corner, de 61 a?os, se aprovech¨® de la confianza de un hombre vulnerable de Horbury, Wakefield, que era discapacitado y llevaba seis a?os postrado en cama por una par¨¢lisis cerebral. Tras confiarle su tarjeta bancaria para que gestionara sus gastos diarios, Corner la utiliz¨® para realizar cientos de transacciones a lo largo de dos a?os mientras empeoraba su ludopat¨ªa.
El robo se descubri¨® en mayo de 2022, cuando otro cuidador vio algo raro en la cuenta del anciano. Tras una investigaci¨®n, se descubri¨® que Corner se hab¨ªa transferido dinero sin autorizaci¨®n por un total de 6.725 libras. En concreto, se hab¨ªa gastado 2.449 libras en William Hill, 3.320 libras en Paddy Power, 654 libras en Buzz Bingo y Netflix, combustible e incluso una peluquer¨ªa.
Durante la interrogaci¨®n, Corner admiti¨® el robo y se mostr¨® arrepentida. Adem¨¢s, prometi¨® devolver el dinero. Sin embargo, sus acciones hab¨ªan dejado al anciano, de entre 75 y 77 a?os en el momento del robo, en una situaci¨®n econ¨®mica desesperada. Tuvo que recurrir a la caridad tras quedarse sin fondos suficientes y manifest¨® sentirse traicionado antes de morir a los 79 a?os.
Corner, que declar¨® ante el tribunal con su nombre de soltera, Moxon, se declar¨® culpable de un ¨²nico cargo de fraude por falsa representaci¨®n. Un informe de libertad condicional detall¨® que su problema con el juego empez¨® en 2019, cuando comenz¨® a asistir a sesiones de bingo con amigos. Esto la llev¨® a una deuda significativa. A pesar de acumular una deuda de 7.000 libras y buscar ayuda, continu¨® jugando y no hab¨ªa revelado los procedimientos judiciales a su familia o empleador.
Durante el juicio en el Tribunal de la Corona de Leeds, el juez Christopher Batty describi¨® sus acciones como una traici¨®n a la confianza. Adem¨¢s, recalc¨® la vulnerabilidad del anciano y en su papel como cuidadora. A pesar de ello, opt¨® por no imponer una pena privativa de libertad inmediata y tuvo en cuenta la lucha de su marido contra el c¨¢ncer. En su lugar, Corner recibi¨® una pena de 10 meses de prisi¨®n, suspendida durante 18 meses, junto con 25 d¨ªas de rehabilitaci¨®n y 75 horas de trabajo no remunerado.
El juez Batty le advirti¨® de que hab¨ªa evitado la c¨¢rcel por los pelos, subrayando la severidad de sus actos y la gravedad de su abuso de confianza.