El Tropicana Las Vegas cerrar¨¢ las puertas ma?ana

Lea Hogg
Escrito por Lea Hogg

El Tropicana Las Vegas, s¨ªmbolo de la historia y el esp¨ªritu de la ciudad, cerrar¨¢ las puertas ma?ana tras casi 67 a?os. El emblem¨¢tico hotel-ë°”ì¹´ë¼ dejar¨¢ paso a un estadio de b¨¦isbol de las Grandes Ligas y a un nuevo complejo Bally’s, que pone fin a una era.

Conocido como el Trop, fue la visi¨®n del hotelero de Miami Ben Jaffe y de la figura del crimen organizado Phil Kastel. Cuando se inaugur¨®, el Tropicana ten¨ªa 325 habitaciones y era el establecimiento m¨¢s caro de Las Vegas. Cost¨® 15 millones de d¨®lares, cifra que equivale a m¨¢s de 470 millones de d¨®lares en 2024. Su decoraci¨®n de lujo inspirada en el Caribe le vali¨® el apodo de “el Tiffany del Strip”, un t¨ªtulo digno de una joya.

El Trop se populariz¨® r¨¢pidamente entre grandes m¨²sicos como Errol Garner, Benny Goodman y Gene Krupa. Tambi¨¦n sirvi¨® de escenario para varias pel¨ªculas y programas de televisi¨®n emblem¨¢ticos: el musical Viva Las Vegas, de Elvis Presley, y El Padrino II, de Francis Ford Coppola. En 1972, Sammy Davis Jr. compr¨® un 8% de la propiedad y se convirti¨® en la primera persona de raza negra en poseer parte de un hotel del Strip.

La historia pol¨¦mica del Trop

Sin embargo, el Trop tambi¨¦n tuvo pol¨¦mica. Cuando el mafioso Frank Costello sobrevivi¨® a un intento de asesinato en 1957, la polic¨ªa tuvo muchas ganancias brutas del Tropicana. Una investigaci¨®n del FBI a finales de la d¨¦cada de 1970 desentra?¨® una conexi¨®n con la mafia de Kansas City, lo que llev¨® a venderse la propiedad al primero de varios propietarios corporativos.

A lo largo de los a?os, el Trop sufri¨® numerosos cambios para seguir siendo competitivo. Se a?adieron torres a finales de los 70 y en 1986, y en los 80 se remodel¨® una exuberante zona de piscinas de dos hect¨¢reas con cascadas, lagunas y mesas de blackjack. Durante un tiempo, el complejo incluso se bautiz¨® como “la Isla de Las Vegas”.

A pesar de dichos esfuerzos, el Trop no pudo escapar al destino de muchos de los complejos tur¨ªsticos de Las Vegas anteriores a 1970. Ahora que se prepara para cerrar, tanto los clientes como los turistas reflexionan sobre su legado. Harry Basil, socio y director general de Laugh Factory, un fijo del Trop desde hace m¨¢s de doce a?os, resume el sentimiento: “Las novedades siempre son buenas para Las Vegas. El estadio de b¨¦isbol va a ser estupendo. Ojal¨¢ estuviera en otro sitio”.