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La prohibici¨®n de juegos de azar con tarjetas de cr¨¦dito en Suecia, ?se pueden evitar los errores del Reino Unido?
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Suecia se ha convertido en el ¨²ltimo pa¨ªs en prohibir el uso de tarjetas de cr¨¦dito para juegos de azar, siguiendo medidas similares en el Reino Unido y Australia. La Autoridad Sueca del Juego, Spelinspektionen, afirm¨® que la decisi¨®n buscaba ¡°crear un mercado de juegos de azar m¨¢s seguro y sostenible¡±. En su comunicado, el ente regulador se hizo eco de las preocupaciones del gobierno y a?adieron que las nuevas normas buscan ¡°reducir el riesgo de sobreendeudamiento y proteger a los consumidores de dificultades financieras¡±.
Sin embargo, la evidencia de otros pa¨ªses sugiere que, si bien prohibir las tarjetas de cr¨¦dito puede ayudar a algunos, est¨¢ lejos de ser una soluci¨®n milagrosa.
La experiencia de Gran Breta?a: un panorama mixto
En abril de 2020, Gran Breta?a implement¨® una prohibici¨®n total del uso de tarjetas de cr¨¦dito para juegos de azar, tanto en l¨ªnea como presenciales, con la excepci¨®n de las loter¨ªas no remotas. En aquel momento, Neil McArthur, entonces director ejecutivo de la Comisi¨®n Reguladora del Juego, advirti¨® que ¡°el juego con tarjetas de cr¨¦dito puede causar importantes perjuicios financieros¡±. Explic¨®: ¡°La prohibici¨®n que anunciamos hoy deber¨ªa minimizar los riesgos de perjuicio para los consumidores por jugar con dinero que no tienen¡±.
La medida se adopt¨® tras una investigaci¨®n que muestra que el 22% de los jugadores en l¨ªnea que usan tarjetas de cr¨¦dito tienen problemas con el juego, y una cantidad a¨²n mayor sufre alg¨²n tipo de da?o relacionado con el juego. McArthur reconoci¨® que la medida incomodar¨ªa a algunos, pero insisti¨®: ¡°Estamos convencidos de que reducir el riesgo de da?o a otros consumidores implica que se deben tomar medidas¡±.
Una evaluaci¨®n reciente de la prohibici¨®n presenta un panorama m¨¢s complejo. Seg¨²n un informe del Centro Nacional de Investigaci¨®n Social, ?la prohibici¨®n de las tarjetas de cr¨¦dito se implement¨® con ¨¦xito; sin embargo, las comunicaciones sobre la prohibici¨®n no llegaron a todos los jugadores?. El mismo informe concluy¨®: ¡°Si bien la prohibici¨®n fue percibida como un cambio positivo por los jugadores, los amigos y familiares afectados por el juego, y los proveedores de tratamiento y apoyo para el juego¡±; poner m¨¢s trabas ¡°no siempre se tradujo en un cambio en los patrones de juego¡±.
Los que corren mayor riesgo son los que tienen menos probabilidades de cambiar
Fundamentalmente, las personas con problemas de juego m¨¢s graves parecen ser las menos afectadas. El informe del se?ala lo siguiente: ¡°Las personas que no reportaron problemas de juego y las que experimentaron niveles bajos de problemas de juego fueron m¨¢s propensas que las personas con niveles moderados y altos de problemas de juego a reportar un menor uso de tarjetas de cr¨¦dito para jugar y de dinero prestado para jugar despu¨¦s de la prohibici¨®n¡±.
En un se plantearon inquietudes similares. En el informe, se afirm¨® lo siguiente: ¡°Las conclusiones sugieren que la prohibici¨®n de las tarjetas de cr¨¦dito ha tenido un impacto positivo en algunas personas, puesto que se incentiv¨® el pago de deudas, las personas tuvieron la oportunidad de dejar de acumular deudas, y se cre¨® conciencia sobre los riesgos del juego y reduciendo la tentaci¨®n en quienes se recuperan de da?os relacionados con el juego. Sin embargo, las conclusiones tambi¨¦n sugieren que la prohibici¨®n tuvo poco impacto o un impacto potencialmente negativo en otras (por ejemplo, algunas personas optaron por m¨¦todos de pr¨¦stamo m¨¢s riesgosos y menos rastreables)¡±.
De hecho, para algunos, la prohibici¨®n podr¨ªa haber dado lugar simplemente a nuevas formas de endeudamiento menos visibles. Seg¨²n el mismo informe: ¡°Algunas personas con deudas de tarjetas de cr¨¦dito y ludopat¨ªa frecuente informaron haber buscado alternativas a las tarjetas de cr¨¦dito como fuente de financiaci¨®n para sus actividades de juego y optaron por usarlas para sus gastos diarios¡±.
Una historia de advertencia para Suecia
En Suecia, parecen decididos a evitar estas lagunas. Adem¨¢s de la prohibici¨®n de las tarjetas de cr¨¦dito, el gobierno prohibir¨¢ a los licenciatarios y agentes de juegos de azar permitir a los jugadores ¡°celebrar acuerdos de cr¨¦dito con otras partes al comprar juegos, por ejemplo, vincul¨¢ndose a proveedores de cr¨¦dito en relaci¨®n con juegos en l¨ªnea¡±.
Esa medida adicional apunta a una de las principales lagunas identificadas en la experiencia de Gran Breta?a: la capacidad de los consumidores de eludir las restricciones mediante pr¨¦stamos indirectos o cr¨¦dito de terceros.
¡°Una capa de protecci¨®n, pero no es la soluci¨®n completa¡±
De vuelta en el Reino Unido, McArthur dej¨® claro que prohibir las tarjetas de cr¨¦dito era solo una pieza del rompecabezas: ¡°La prohibici¨®n forma parte de nuestro trabajo continuo para reducir los da?os del juego. Tambi¨¦n debemos continuar la colaboraci¨®n que venimos realizando con los operadores de juegos de azar y el sector financiero para garantizar que los consumidores solo jueguen con el dinero que puedan permitirse gastar¡±.
La evidencia hasta el momento sugiere que la prohibici¨®n de tarjetas de cr¨¦dito puede a?adir una ¡°capa de protecci¨®n a las personas vulnerables para reducir los da?os relacionados con el juego¡±, como lo expres¨® la evaluaci¨®n de Greo. Sin embargo, tambi¨¦n advierte que ¡°la prohibici¨®n de tarjetas de cr¨¦dito no siempre dio como resultado un cambio en los patrones de juego¡±.
Para Suecia, el desaf¨ªo ser¨¢ aprender de estas lecciones y garantizar que la prohibici¨®n no sea simplemente otra pol¨ªtica bien intencionada que los jugadores problem¨¢ticos eluden f¨¢cilmente.
