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Ruman¨ªa aprueba una ley que proh¨ªbe los locales de juego en ciudades y pueblos con menos de 15.000 habitantes. Los diputados de la C¨¢mara Baja aprobaron por unanimidad la ley, conocida como “ley de las m¨¢quinas tragaperras”. Se trata de una un movimiento atrevido para frenar la influencia de la industria del juego. Alfred Simonis, l¨ªder de los socialdem¨®cratas, la salud¨® como la primera ley aprobada en el Parlamento en 30 a?os contra la industria del juego, a la que se refiri¨® como una mafia que ha controlado el mundo pol¨ªtico hasta ahora.
La industria del juego, que seg¨²n Simonis factura entre 10 mil y 12 mil millones de euros, ha expresado su descontento con la nueva ley. Figuras del sector se han quejado de no haber sido consultadas y han expresado su deseo de que las autoridades controlen el mercado negro como prometieron.
A pesar del voto un¨¢nime, hubo cierta disensi¨®n en la c¨¢mara. Dos partidos de la oposici¨®n que quieren prohibir de plano la “lacra” del juego acusan al gobierno de connivencia con el sector del juego por no adoptar una postura m¨¢s firme. Ionut Mosteanu, l¨ªder del partido de la oposici¨®n USR (arriba), cuestion¨® la forma en que los legisladores hab¨ªan fijado el umbral. Argument¨® que los legisladores parec¨ªan creer que las m¨¢quinas tragaperras solo perjudican a 15.000 personas y cuestion¨® por qu¨¦ no se hab¨ªa fijado un umbral m¨¢s alto.
Votaci¨®n un¨¢nime
En las ¨²ltimas d¨¦cadas, los locales de juego se han hecho omnipresentes en toda Ruman¨ªa. La Oficina Nacional del Juego, organismo estatal que supervisa y aprueba el sector, ha registrado 12.000 salas de apuestas deportivas, bingo, ë°”ì¹´ë¼ y loter¨ªa. El estado recauda impuestos de las licencias de las salas de juego y de la venta de entradas por Internet, as¨ª como de la cantidad que se gastan las casas de apuestas en publicidad.
No hay datos recientes que indiquen cu¨¢ntos rumanos son adictos al juego. La ¨²ltima encuesta, realizada en 2016, suger¨ªa que podr¨ªa haber unas 100.000 personas adictas en todo el pa¨ªs. La cifra actual podr¨ªa ser mucho mayor. Una investigaci¨®n reciente llevada a cabo por Save the Children muestra que uno de cada siete ni?os en Ruman¨ªa invierte en juegos de azar. Por otro lado, uno de cada 10 vive en familias en las que uno de los padres lo hace. La estad¨ªstica alarmante recalca la urgencia de abordar el problema de la adicci¨®n al juego en el pa¨ªs. La nueva ley es un paso en esa direcci¨®n, pero queda por ver hasta qu¨¦ punto ser¨¢ eficaz para frenar la influencia de la industria del juego.
