- Cumbres
- Noticias
- Fundaci¨®n SiGMA
- Formaci¨®n y asesoramiento
- Tour de p¨®quer
- Sobre nosotros
Las carreras de caballos brit¨¢nicas podr¨ªan perder 40?millones de libras (47?millones de euros) anuales debido a una nueva propuesta de impuesto a la actividad en el Reino Unido, seg¨²n un nuevo informe de un grupo parlamentario multipartidista (APPG) sobre carreras y cr¨ªa de caballos. Los parlamentarios alertan que esta propuesta equivaldr¨ªa a ¡°un impuesto encubierto¡± sobre las carreras de caballos y podr¨ªa poner en peligro una de las industrias m¨¢s emblem¨¢ticas del Reino Unido.
El gobierno planea reemplazar el actual sistema de tres tasas para las apuestas en l¨ªnea con una tasa ¨²nica. Bajo la nueva estructura, gravar¨¢ las apuestas h¨ªpicas al mismo nivel que los 바카ë¼s y tragamonedas en l¨ªnea. Sin embargo, a diferencia de los productos de ë°”ì¹´ë¼ digitales, que operan con mayores m¨¢rgenes y menores costos, las carreras de caballos operan con una econom¨ªa fundamentalmente diferente, caracterizada por mayores costos operativos, dependencia de la infraestructura del mundo real y un v¨ªnculo simbi¨®tico con el impuesto a las apuestas h¨ªpicas, que financia el deporte.
Este no es un producto de apuestas cualquiera. Las carreras de caballos brit¨¢nicas dependen de costes reales, infraestructura en vivo y un ecosistema de financiaci¨®n vinculado al impuesto a las apuestas h¨ªpicas. Su estructura es f¨ªsica, no digital. Eso lo cambia todo. Adem¨¢s, emplea a miles de personas en comunidades rurales y desempe?a un papel fundamental en la identidad cultural brit¨¢nica, un papel que los productos de ë°”ì¹´ë¼ digitales no pueden igualar.
El APPG identifica lo que denomina una ¡°triple amenaza¡± para el futuro del deporte. El impuesto a las carreras de caballos en el Reino Unido constituye el primer punto del ataque, pero se ve agravado por otros dos problemas cr¨ªticos: el retraso en la reforma del impuesto a las apuestas h¨ªpicas y la r¨¢pida implementaci¨®n de los controles de asequibilidad, que ya han provocado una ca¨ªda de 1.600 millones de libras (1.900 millones de euros) en la facturaci¨®n de las apuestas.
¡°Esto es realmente serio¡±, dijo el miembro del parlamento por el Partido Conservador y copresidente del APPG, Nick Timothy.
¡°El pol¨¦mico pasty tax [el famoso impuesto a las empanadas] no ser¨¢ nada comparado con esto. Es una propuesta descabellada que acabar¨ªa arruinando las carreras¡±.
El momento no podr¨ªa ser peor. Mientras que los operadores se enfrentan a m¨¢rgenes m¨¢s ajustados en las apuestas h¨ªpicas, que ya conllevan mayores gastos operativos que los juegos en l¨ªnea, las comprobaciones de asequibilidad han alejado a los apostadores responsables de los operadores con licencia. Algunos ahora se est¨¢n pasando al mercado negro del juego, donde los operadores no pagan impuestos y ofrecen una protecci¨®n m¨ªnima al consumidor.
Estas presiones son acumulativas, no aisladas. Juntas, est¨¢n desangrando el deporte por ambos lados, drenando los m¨¢rgenes y erosionando la participaci¨®n de los apostadores.
Con el sistema actual, las carreras de caballos del Reino Unido reciben tan solo el 3% de los 13.000 millones de libras (15.300 millones de euros) que se invierten anualmente en apuestas, un impuesto ya inferior al de pa¨ªses rivales como Francia y Australia, donde las carreras representan entre el 5% y el 7% de la facturaci¨®n de las apuestas. El impuesto propuesto para las carreras de caballos en el Reino Unido amenaza con despojar a una industria que genera 85.000 empleos, muchos de ellos en comunidades rurales, y aporta m¨¢s de 4.000 millones de libras (4.700 millones de euros) a la econom¨ªa anualmente. Esto ocurre incluso cuando nuevos fondos, como las 759.000 libras obtenidas por la Junta de Personas de la Industria H¨ªpica, se est¨¢n canalizando hacia la protecci¨®n social de los trabajadores.
Tomemos como ejemplo Newmarket, la sede de las carreras de caballos. La econom¨ªa de la ciudad gira en torno a los campos de entrenamiento, las ganader¨ªas y el propio hip¨®dromo. La zona emplea a miles de personas directamente en las carreras, desde personal de cuadras hasta veterinarios, y muchos m¨¢s empleos dependen del ¨¦xito de la industria. De igual manera, el festival de Cheltenham genera 100 millones de libras (118 millones de euros) para la econom¨ªa local cada a?o, apoyando a hoteles, restaurantes y numerosos negocios locales en Gloucestershire.
El APPG advierte que esto debilitar¨ªa el modelo fundamental de financiaci¨®n de las carreras de caballos: el Impuesto a las Apuestas H¨ªpicas, que representa cientos de millones de libras en premios, investigaci¨®n veterinaria y empleos rurales. El informe se?ala que las carreras de caballos en el Reino Unido ya reciben una proporci¨®n menor de la facturaci¨®n de las apuestas que sus rivales, y el riesgo es que la competitividad brit¨¢nica se debilite a¨²n m¨¢s.
El peligro es c¨ªclico. A medida que los operadores optan por productos de ë°”ì¹´ë¼ con mayor margen de beneficio, los ingresos por impuestos de las carreras disminuyen. Esto priva de premios, investigaci¨®n veterinaria y empleos rurales, lo que desencadena un ciclo descendente de desinversi¨®n y desvinculaci¨®n. Como se analiza en un art¨ªculo reciente de SiGMA News sobre el futuro del bienestar equino en las carreras brit¨¢nicas, estas d¨¦ficits amenazan no solo la salud financiera del deporte, sino tambi¨¦n su compromiso a largo plazo con el cuidado de los equinos, la investigaci¨®n cient¨ªfica y la infraestructura rural.
La posici¨®n ¨²nica de las carreras de caballos las distingue de otros sectores del juego. Es el segundo deporte con mayor audiencia en Gran Breta?a, un importante empleador rural y parte de la identidad cultural del pa¨ªs, algo que no se aplica a los productos de ë°”ì¹´ë¼ digitales. La opini¨®n p¨²blica refleja esta distinci¨®n: la mayor¨ªa de los encuestados considera las carreras de caballos vitales para ciudades como Doncaster, Newmarket y Cheltenham, y m¨¢s de la mitad desea que las empresas de juego est¨¦n obligadas por ley a reinvertir en este deporte.
“Estamos hablando de un bien nacional”, dijo el miembro del parlamento por el Partido Laborista y copresidente Dan Carden.
¡°Necesitamos apoyar las carreras brit¨¢nicas, no sobrecargarlas¡±.
El Consejo de Apuestas y Juegos de Azar se hizo eco de estas preocupaciones, y su directora ejecutiva, Grainne Hurst, advirti¨® que la propuesta de impuestos a las carreras de caballos en el Reino Unido podr¨ªa ¡°destruir las carreras¡± y llevar a los jugadores a plataformas no reguladas. ¡°Ser¨ªa una medida contraproducente que perjudicar¨ªa los propios objetivos de crecimiento del Tesoro¡±, declar¨®.
El riesgo es un efecto domin¨®: ¡°Si las apuestas h¨ªpicas se vuelven menos viables para los operadores con licencia¡±, declar¨® Brant Dunshea, director interino de la Autoridad Brit¨¢nica de Carreras de Caballos. ¡°Es natural que se centren en mercados verticales con mayor margen de beneficio. La consecuencia es una menor financiaci¨®n para las carreras y un mayor ¨¦nfasis en formas de juego m¨¢s adictivas. Eso no beneficia a nadie¡±.
La facturaci¨®n ya ha disminuido, y los controles de asequibilidad no han frenado el juego perjudicial. Al contrario, han obligado a los apostadores responsables a recurrir al mercado negro. El APPG argumenta que los controles han pasado por alto a quienes corren mayor riesgo, al tiempo que castigan a los apostadores responsables, muchos de los cuales recurren al mercado ilegal.
Los l¨ªderes de la industria est¨¢n afinando su mensaje, y ahora le toca a Westminster actuar o quedarse de brazos cruzados mientras se desarrollan las consecuencias.
El per¨ªodo de consulta se extiende hasta el 21 de julio de 2025, lo que da a Westminster un plazo limitado para reconocer las circunstancias especiales de las carreras. El informe del APPG, titulado ¡°Securing Racing’s Future¡± (C¨®mo proteger el futuro de las carreras), presenta la cuesti¨®n como una clara disyuntiva pol¨ªtica: reformar el sistema con matices u obligar a las carreras a desenvolverse de una manera que no podr¨ªan sobrevivir.
A menos que se reconozca a las carreras de caballos por lo que realmente son ¡ªun ecosistema arraigado en el tejido cultural y rural brit¨¢nico¡ª, la contundente hoja de un impuesto de tipo ¨²nico podr¨ªa ser demasiado hiriente. Las voces del sector piden una exenci¨®n, o al menos clemencia en forma de un tipo reducido. Se?alan modelos exitosos en Irlanda y Francia, donde los gobiernos han reconocido las necesidades espec¨ªficas de las carreras de caballos con estructuras fiscales a medida que apoyan, en lugar de debilitar, la industria.
Un portavoz del Tesoro declar¨® que la consulta se dise?¨® para simplificar las estructuras tributarias, no para aumentar las tasas, y confirm¨® la colaboraci¨®n con las partes interesadas de todo el sector. Sin embargo, la industria h¨ªpica argumenta que la simplificaci¨®n fiscal de las carreras de caballos en el Reino Unido no deber¨ªa ir en detrimento de todo el ecosistema deportivo.
El mensaje del APPG es contundente: si se trata a las carreras de caballos como a la ruleta, toda la estructura podr¨ªa derrumbarse. En SiGMA News analizamos c¨®mo Reino Unido y Estados Unidos est¨¢n intentando modernizar las carreras de caballos sin arrancar las ra¨ªces que mantienen vivo el deporte.
¡°Un enfoque ¨²nico para los impuestos no funciona¡±, se puede leer en el a modo de conclusi¨®n.
¡°Sin el reconocimiento de la posici¨®n ¨²nica de las carreras de caballos, las propuestas de impuestos a las carreras de caballos del Reino Unido corren el riesgo de causar un da?o duradero, no solo al deporte, sino tambi¨¦n a los medios de vida, las ciudades y las tradiciones que dependen de ¨¦l¡±.
A medida que se acerca la fecha l¨ªmite de consulta, las opciones son innegables: reducir las carreras de caballos a una simple ruleta y desentra?ar siglos de patrimonio, o reconocer que algunas tradiciones merecen ser preservadas, con s¨®lidos argumentos econ¨®micos que respalden su protecci¨®n. Westminster debe decidir ahora si las carreras de caballos brit¨¢nicas prosperan o se desvanecen en la sombra de lo que fueron.