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El sector de las apuestas deportivas en Paraguay inicia una nueva etapa tras la promulgación del Decreto 3846, firmado el pasado 7 de mayo por el presidente Santiago Peña. Esta medida reglamenta la Ley 7438, actualizando un marco legal que llevaba casi treinta años sin cambios y que resultaba insuficiente para los desafíos actuales del mercado de juegos de azar y apuestas deportivas en el país.
La ha respaldado públicamente la medida, destacando que la actualización normativa era una demanda histórica del sector. Según comento a medios locales Lorena Rojas, presidenta de la entidad, la industria operaba bajo reglas obsoletas que dificultaban el control y la formalización de las apuestas deportivas. Ahora, los 263 municipios paraguayos disponen de un plazo de 30 días para adaptar sus permisos y reportar a la nueva Dirección General de Juegos de Azar, detallando el tipo de juego autorizado y el canon percibido.
Uno de los aspectos más relevantes del Decreto 3846 para las apuestas deportivas es la eliminación del monopolio sobre este segmento, así como sobre la quiniela. Esta decisión, avalada por la Comisión Nacional de la Competencia (Conacom) y en línea con la Ley de Defensa de la Competencia, abre la puerta a una mayor pluralidad de operadores y fomenta la competencia en el sector de las apuestas deportivas.
La apertura del mercado representa una oportunidad para la profesionalización y expansión de las apuestas deportivas, potenciando la innovación y la calidad de los servicios ofrecidos a los jugadores. Además, se espera que la competencia incentive mejores prácticas y mayor transparencia en la gestión de las apuestas deportivas, beneficiando tanto a los operadores como a los usuarios.
El nuevo marco regulatorio introduce exigencias clave para los concesionarios de apuestas deportivas y otros juegos de azar. Todos los sistemas de los operadores deberán estar conectados en línea o en tiempo real con la autoridad reguladora, lo que facilitará el monitoreo y la fiscalización efectiva de la actividad. Asimismo, todos los equipos y dispositivos utilizados en las apuestas deportivas deberán contar con certificación emitida por entidades de inspección acreditadas por el Organismo Nacional de Acreditación (ONA), garantizando la transparencia y la seguridad de las operaciones.
Estas medidas buscan combatir el juego ilegal y promover la formalización del sector de las apuestas deportivas, lo que, según Apoja, permitirá incrementar la recaudación fiscal y destinar más recursos a sectores vulnerables de la sociedad. La trazabilidad y el control en tiempo real son herramientas fundamentales para fortalecer la confianza en el sector y asegurar el cumplimiento de las normativas vigentes.
El Decreto 3846 establece que la pasará a depender de la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT), integrándose dentro de su estructura a través de la creación de la Dirección General de Juegos de Azar. Esta nueva dirección será la encargada de centralizar la información y coordinar la supervisión de las apuestas deportivas y otros juegos de azar en todo el territorio nacional.
Óscar Orué, director de la DNIT, aclaró que la Conajzar no será reemplazada, sino que el Consejo continuará funcionando, con el director general de Juegos de Azar asumiendo la presidencia de la Conajzar. Esta reestructuración institucional busca fortalecer la capacidad de control del Estado y mejorar la eficiencia en la gestión del sector.
La nueva normativa contempla la asignación de parte de la recaudación generada por las apuestas deportivas y otros juegos de azar a la Dirección de Beneficencia (Diben), destinada a financiar servicios de salud. De este modo, el crecimiento del sector de las apuestas deportivas no solo impactará en la economía, sino que también contribuirá al bienestar social, consolidando una visión integral de la regulación del juego en Paraguay.