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Nicolas Hamilton, hermano del siete veces campe¨®n del mundo de F1 Lewis Hamilton (arriba a la izquierda) est¨¢ acostumbrado a los obst¨¢culos. Tras nacer con par¨¢lisis cerebral, se convirti¨® en el primer piloto discapacitado en competir contra rivales sanos en el Campeonato Brit¨¢nico de Turismos. Sin embargo, su carrera m¨¢s dif¨ªcil no ha sido en la pista, sino contra una adicci¨®n al juego que le consum¨ªa.
En su libro, “Now That I Have Your Attention” (Ahora que tengo tu atenci¨®n), Nicolas comparte con sinceridad su lucha contra el juego, que empez¨® inocentemente con una apuesta de 2 libras a que el Arsenal marcar¨ªa un gol. La apuesta aparentemente inofensiva se convirti¨® en una borrachera de seis meses de 바카ë¼s en l¨ªnea y blackjack, solo desde su habitaci¨®n.
La adicci¨®n de Nicolas se cobr¨® un precio, tanto econ¨®mico como emocional. Se vio obligado a vender un Mercedes C63, regalo de su hermano Lewis, para pagar una deuda fiscal. La verg¨¹enza de utilizar este preciado regalo para saldar sus deudas era abrumadora. “Me sent¨ª muy avergonzado por haber utilizado un regalo tan incre¨ªble para pagar los impuestos. Sent¨ª que pr¨¢cticamente le hab¨ªa robado el dinero a mi hermano y nunca me lo he perdonado”, escribe en su libro.
Su adicci¨®n le llev¨® a un lugar oscuro, donde contempl¨® el suicidio. “Me dieron una llamada de atenci¨®n. No ten¨ªa forma de seguir adelante porque lo hab¨ªa perdido todo. Estaba atrapado. En casa ten¨ªa balc¨®n y pensaba qu¨¦ har¨ªa si me tirara”, revela.
Durante ese tiempo, su hermano Lewis dominaba el campeonato de F1 con Mercedes con un sueldo de ocho cifras. A pesar del ¨¦xito de su familia, Nicolas se sent¨ªa incapaz de compartir su batalla con ellos. En vez de eso, acudi¨® a la l¨ªnea de ayuda de los Samaritanos en busca de apoyo.
La historia de Nicolas es un recordatorio duro del poder destructivo de la adicci¨®n. Aun as¨ª, tambi¨¦n es un ejemplo de la resistencia del esp¨ªritu humano. A pesar de sus dificultades, Nicolas sigue inspirando a millones de personas con su carrera deportiva y su valent¨ªa al compartir su experiencia personal.
En una entrevista con The Times, reflexiona sobre su adicci¨®n: “Quer¨ªa ganar m¨¢s, y perder no me paraba. Solo me met¨ªa en m¨¢s en ciclo. No pod¨ªa dejar de pensar en ello: solo quer¨ªa volver a mi ordenador”.
La historia de Nicolas es un recordatorio poderoso de que la adicci¨®n no discrimina. Puede afectar a cualquiera, independientemente de sus logros o su estatus. Su valent¨ªa al compartir su historia da esperanza a otros que se enfrentan a luchas similares y demuestra que es posible superar la ludopat¨ªa y recuperar la vida. Mientras Nicolas contin¨²a su viaje, sigue resistiendo y determinado tanto dentro como fuera de la pista.