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Las autoridades tribales que dirigen las operaciones de juego en EE. UU. enfrentan un desaf¨ªo con tres aristas: soberan¨ªa, ingresos y autoridad regulatoria. Los mercados de predicciones se expanden bajo la supervisi¨®n federal, los ataques de ransomware interrumpen las operaciones m¨¢s importantes de los 바카ë¼s y los operadores comerciales ejercen presi¨®n para establecer marcos regulatorios en las apuestas deportivas en l¨ªnea: los gobiernos tribales se ven obligados a defender sus derechos relacionados con el juego en el campo legal, digital y pol¨ªtico, todo al mismo tiempo. Los derechos que tienen las tribus para operar actividades de juego est¨¢n bajo presi¨®n en 2025. Los legisladores, las autoridades reguladoras y los mercados est¨¢n modificando los l¨ªmites.
Los abogados de las tribus y los defensores de la soberan¨ªa han hecho sonar la alarma por el r¨¢pido aumento de los mercados de predicci¨®n regulados por el gobierno federal. Estas plataformas, como Kalshi, ofrecen contratos basados ??en eventos deportivos y pol¨ªticos y operan bajo la supervisi¨®n de la Comisi¨®n de Negociaci¨®n de Futuros de Productos B¨¢sicos de Estados Unidos (CFTC, por sus siglas en ingl¨¦s). Dado que la ley estatal tradicional no los clasifica como juegos de azar, eluden los marcos regulatorios habituales, incluidos los pactos de juego tribales establecidos bajo la Ley de Regulaci¨®n del Juego Ind¨ªgena (IGRA, por sus siglas en ingl¨¦s).
¡°Esto constituye una amenaza existencial para los juegos operados por las tribus ind¨ªgenas si esto contin¨²a sin control, socava toda la estructura bajo la cual pens¨¢bamos que est¨¢bamos operando¡±, explic¨® Joseph Webster, socio de Hobbs, Straus, Dean & Walker, durante un seminario web organizado por la Indian Gaming Association el 14 de mayo de 2025.
Si bien las tribus no est¨¢n actualmente involucradas en litigios directos contra operadores como Kalshi, observan de cerca. Kalshi ya obtuvo victorias legales en Nevada y Nueva Jersey, lo que sent¨® precedentes preocupantes para las autoridades tribales.
Y aqu¨ª est¨¢ el quid de la cuesti¨®n: si estas plataformas siguen sin control, ?qu¨¦ sentido tiene hacer un pacto? ?Qu¨¦ sentido tiene la exclusividad si la ley federal otorga a otros las herramientas para eludirla por completo? Los mercados de predicci¨®n no solo reducen los ingresos, sino que socavan la propia influencia que utilizan las tribus para defenderla. Esa es la estafa a largo plazo: devaluar el acuerdo y luego reescribir las reglas.
El modelo de mercado de predicci¨®n permite a los operadores autocertificar nuevos contratos con la CFTC, lanz¨¢ndolos sin aprobaci¨®n tribal o estatal.
¡°Estamos poni¨¦ndonos al d¨ªa¡±, dijo Scott Crowell, el abogado de juegos operados por las tribus ind¨ªgenas durante el seminario web organizado por la Indian Gaming Association, y agreg¨®: ¡°No s¨¦ si alguna vez he visto una amenaza existencial tan avanzada y tan r¨¢pida¡±.
La preocupaci¨®n legal no es solo jurisdiccional. Este conflicto tambi¨¦n revela una ambig¨¹edad jur¨ªdica m¨¢s profunda. La Ley de Regulaci¨®n del Juego Ind¨ªgena fundamenta los pactos tribales, mientras que la Ley de Intercambio de Productos B¨¢sicos legitima los mercados de predicci¨®n. Los legisladores nunca pretendieron que estos dos estatutos federales se superpusieran, pero ahora lo hacen. Sin una aclaraci¨®n judicial, las naciones tribales se enfrentan a un punto ciego jurisdiccional donde la soberan¨ªa colisiona con la ley financiera federal.
Estas plataformas tambi¨¦n podr¨ªan canibalizar los ingresos tribales al ofrecer experiencias similares a las de las apuestas deportivas sin pagar impuestos sobre el juego ni cumplir con las normas de juego responsable. Once organizaciones tribales han presentado comentarios coordinados a la CFTC oponi¨¦ndose a los mercados de predicciones basados ??en eventos deportivos. Se ha programado una llamada de seguimiento con el presidente interino de la Comisi¨®n para el 29 de mayo.
Los mercados de predicci¨®n no son el ¨²nico desaf¨ªo. En California, surgi¨® una controversia durante la Feria y Convenci¨®n de Juegos Ind¨ªgenas en San Diego, en la que representantes de la Alianza de Apuestas Deportivas (SBA, por sus siglas en ingl¨¦s) se reunieron a puerta cerrada con l¨ªderes tribales para debatir posibles marcos para las apuestas deportivas en l¨ªnea. Los integrantes de la SBA invitaron a un periodista a la reuni¨®n, una movida que, seg¨²n los l¨ªderes tribales, fue un abuso de confianza.
¡°Los l¨ªderes tribales se sienten ofendidos porque la Alianza de Apuestas Deportivas invit¨® a un periodista a lo que se pretend¨ªa que fuera una mesa redonda privada¡±, dec¨ªa una declaraci¨®n conjunta de la Asociaci¨®n de Juegos de Azar de las Naciones Ind¨ªgenas de California (CNIGA, por sus siglas en ingl¨¦s) y la Alianza Tribal de Naciones Ind¨ªgenas Soberanas (TASIN, por sus siglas en ingl¨¦s). ¡°Esta falta a la confianza justifica por qu¨¦ dichas conversaciones deben ser lideradas por los gobiernos tribales en lugar de grupos financiados por los operadores¡±.
La SBA propuso otorgar licencias a cuatro importantes operadores de apuestas deportivas que garantizar¨ªan una participaci¨®n m¨ªnima en los ingresos a una entidad tribal central. Dicha entidad, sugirieron, distribuir¨ªa fondos a las 109 tribus reconocidas federalmente en California. Sin embargo, los l¨ªderes tribales rechazaron firmemente las afirmaciones de que las tribus hubieran aceptado alguna propuesta.
Y aunque la unidad tribal se opone firmemente a la interferencia externa, no se pueden negar las divisiones silenciosas. Algunos l¨ªderes favorecen una transici¨®n lenta y cautelosa hacia las apuestas en l¨ªnea, mientras que otros quieren cerrar las puertas digitales de par en par. El debate no se limita a los operadores en la mesa. Se trata de hasta d¨®nde deber¨ªa extenderse la mesa o si deber¨ªa construirse.
¡°Que no haya falsas ilusiones¡±, advirtieron la CNIGA y la TASIN. ¡°Este es un asunto complejo que implica navegar entre leyes federales, estatales y tribales¡±.
Jes¨²s Tarango, presidente de Wilton Rancheria, fue m¨¢s directo: ¡°Los juegos son un una gran ventaja, cualquier expansi¨®n se realizar¨¢ a nuestro ritmo¡±.
Curiosamente, muchos grandes operadores comerciales se han mantenido p¨²blicamente neutrales en los mercados de predicci¨®n. Su silencio es revelador. Por ahora, dejan que los reguladores tribales y estatales hagan el trabajo pesado, mientras que la primac¨ªa federal reduce discretamente las barreras para futuras entradas. Cuanto m¨¢s esperen, m¨¢s flexibles podr¨ªan volverse las normas.
Con el recuerdo a¨²n fresco de las fallidas iniciativas electorales de California en 2022, una campa?a que cost¨® m¨¢s de 450 millones de d¨®lares, los l¨ªderes tribales no tienen prisa por volver a ese campo de batalla sin protecciones f¨¦rreas para la soberan¨ªa.
Mientras las naciones tribales se resisten a las extralimitaciones legales, tambi¨¦n se enfrentan a la vulnerabilidad digital. En abril, un ransomware atac¨® el Casino Jackpot Junction en Minnesota, operado por la Comunidad Ind¨ªgena Lower Sioux. Durante m¨¢s de una semana, el ataque dej¨® fuera de servicio las m¨¢quinas tragamonedas y los quioscos, y cancel¨® indefinidamente los juegos de bingo.
El grupo cibercriminal RansomHub se atribuy¨® la responsabilidad del ataque, haci¨¦ndose eco de un incidente similar ocurrido a principios de este a?o en Michigan. All¨ª, la tribu Sault Ste. Marie de los indios Chippewa se vio obligada a cerrar sus cinco 바카ë¼s tras un importante ciberataque. El presidente de la tribu, Austin Lowes, confirm¨® que la tribu no pag¨® el rescate y advirti¨® lo siguiente: ¡°Podr¨ªamos haber pagado su rescate y a¨²n as¨ª nuestros datos habr¨ªan sido compartidos en la Internet oscura¡±.
Estos incidentes preocupan cada vez m¨¢s, dado que los 바카ë¼s tribales generan en conjunto 41.900 millones de d¨®lares en ingresos anuales y poseen grandes cantidades de datos de clientes, se est¨¢n convirtiendo cada vez m¨¢s en objetivos.
La les solicita encarecidamente a las tribus que operan actividades de juego que refuercen las medidas de ciberseguridad y adopten marcos de gesti¨®n de riesgos digitales m¨¢s s¨®lidos. Sin embargo, muchos 바카ë¼s tribales operan con presupuestos ajustados, y las estrategias de ciberdefensa suelen ser inferiores a las de los operadores comerciales.
Las 80 salas de juego con licencia de California, que compiten con los 바카ë¼s tribales por los ingresos del juego, est¨¢n sometidas a un escrutinio de ciberseguridad mucho menor. Actualmente, no existe ninguna obligaci¨®n de que las salas de juego informen sobre ciberataques ni se sometan a auditor¨ªas inform¨¢ticas peri¨®dicas. Si bien la Comisi¨®n de Control del Juego de California investiga las mejores pr¨¢cticas, su enfoque se centra en la educaci¨®n, no en la aplicaci¨®n de la ley.
Michael Koniski, gerente general de Artichoke Joe¡¯s Casino y miembro del Comit¨¦ Asesor de Pol¨ªticas de Juego, dijo que algunas salas de juego m¨¢s peque?as tendr¨ªan dificultades con una posible regulaci¨®n. ¡°Las protecciones, en promedio, podr¨ªan costar entre 100.000 y 200.000 d¨®lares, e incluso hasta 500.000¡±, explic¨®. ¡°Si las autoridades reguladoras impusieran tal requisito, podr¨ªa resultar muy costoso para las propiedades m¨¢s peque?as¡±.
Sin embargo, a medida que los grupos de ransomware se centran cada vez m¨¢s en objetivos vulnerables, las tribus argumentan que la inconsistencia en los est¨¢ndares de ciberseguridad a?ade otra capa de injusticia. Se enfrentan a complejas cargas regulatorias y de supervisi¨®n, mientras que sus competidores operan con controles m¨¢s laxos.
Ya sea que se trate de mercados de predicci¨®n que operan fuera de la ley tribal, operaciones que amenazan con ransomware o negociaciones a puerta cerrada que pasan por alto el consenso tribal, la preocupaci¨®n subyacente es la misma: la soberan¨ªa.
¡°Nadie podr¨¢ defender la industria del juego tribal fuera del territorio ind¨ªgena. Ser¨¢ necesario que el territorio ind¨ªgena presente estos argumentos¡±, dijo Bryan Newland, exsecretario adjunto de Asuntos Ind¨ªgenas, en un art¨ªculo de opini¨®n de Native News Online publicado en mayo de 2025.
Esta no es solo una batalla legal o econ¨®mica. Es cultural y pol¨ªtica. Las naciones tribales lucharon arduamente por sus derechos de juego, construy¨¦ndolos sobre siglos de lucha por el reconocimiento y la soberan¨ªa. Las amenazas de mercados no regulados, ciberdelitos y consultas deficientes para 2025 representan un retroceso.
Para los l¨ªderes tribales, defender sus derechos de juego no consiste en resistirse a la innovaci¨®n. Se trata de asegurarse de que el sistema no los excluya ni avance sin ellos.
Algunos l¨ªderes tribales temen que el verdadero peligro no resida en los mercados de predicciones en s¨ª, sino en lo que anuncian. Estos mercados no son el destino. Son el sistema de entrega. Desaf¨ªelos ahora o vea c¨®mo abren las puertas a un ecosistema de juegos de azar totalmente federalizado y dirigido por inversores que margina las voces tribales y toma decisiones sin su consentimiento.
A medida que se desarrollan los marcos legales y cambian los panoramas digitales, la lucha por los derechos de los juegos tribales no solo contin¨²a, sino que se intensifica.