La consecuencia de patrocinar el juego en la MLB: Tucupita Marcano suspendido de por vida

Lea Hogg
Escrito por Lea Hogg

La Gran Liga de B¨¦isbol (MLB, por sus siglas en ingl¨¦s) salta a los titulares, no por una jugada espectacular ni ning¨²n r¨¦cord, sino por una medida disciplinaria. Tucupita Marcano, jugador de los Padres de San Diego, ha sido expulsado de por vida de la liga. ?El motivo? Se descubri¨® que hab¨ªa realizado numerosas apuestas en partidos de los Pittsburgh Pirates, su antiguo equipo.

Las apuestas de Marcano eran muy numerosas. Seg¨²n la MLB, realiz¨® 387 apuestas en partidos de b¨¦isbol entre 2022 y 2023, por valor de m¨¢s de 150.000 d¨®lares. Entre ellas, 25 eran apuestas combinadas que inclu¨ªan apuestas a que su propio equipo perder¨ªa. Estas apuestas se realizaron mientras Marcano estaba de baja por lesi¨®n. Tanto la liga como Marcano niegan manipular los partidos, pero la posibilidad de ama?arlos era demasiado elevada. Como resultado, la MLB decidi¨® sancionar permanentemente al jugador de 24 a?os.

El incidente plantea serias dudas sobre la integridad del deporte. La MLB, como muchas otras ligas, se ha asociado con casas de apuestas deportivas y entidades de juego. Dichas asociaciones son lucrativas, pero tambi¨¦n exponen al deporte a posibles problemas de integridad. El caso Marcano es un claro recordatorio de los riesgos que entra?a.

Un toque de atenci¨®n a la liga de b¨¦isbol

El b¨¦isbol tiene una historia larga y complicada con las apuestas. A¨²n a d¨ªa de hoy, recordamos el esc¨¢ndalo de los Black Sox de 1919. Entonces, miembros de los Chicago White Sox conspiraron con jugadores para perder las Series Mundiales. M¨¢s recientemente, Pete Rose, el capit¨¢n de hits de todos los tiempos, fue expulsado del deporte por sus habituales apuestas en los partidos. Teniendo en cuenta los antecedentes, era de esperar una respuesta contundente a las acciones de Marcano.

Sin embargo, la respuesta de la liga no la exime de sus responsabilidades. La asociaci¨®n de la MLB con proveedores de apuestas deportivas y su publicidad crean un entorno en el que los jugadores pueden verse tentados a apostar en los partidos. Esto es particularmente cierto para los jugadores m¨¢s j¨®venes y los de las ligas menores, que a menudo ganan menos que sus hom¨®logos de las grandes ligas. Marcano, por ejemplo, hab¨ªa ganado menos de 2 millones de d¨®lares en su carrera, una suma modesta comparada con los contratos multimillonarios firmados por los jugadores estrella.

Los intereses comerciales de la liga tambi¨¦n desempe?an un papel en el asunto. Los anuncios de casas de apuestas deportivas son omnipresentes en los estadios y en las retransmisiones televisivas. Todo ello, facilita que los jugadores vean lo sencillo que es apostar. Aunque los deportistas profesionales deber¨ªan saber que no deben apostar en su propio deporte, la exposici¨®n constante a los anuncios de apuestas puede difuminar los l¨ªmites.

El auge de los operadores de apuestas legales ha ayudado a la MLB a atrapar a jugadores como Marcano que hacen apuestas imprudentes. Sin embargo, esto no cambia el hecho de que la MLB se beneficie de una industria que tiene el potencial de comprometer la integridad de sus partidos. La liga tiene que encontrar una manera de equilibrar sus intereses comerciales con su responsabilidad de mantener la integridad del deporte.

El caso de Marcano recalca los peligros potenciales de asociarse con entidades de juego y la necesidad de una ley estricta para evitar esc¨¢ndalos relacionados con las apuestas.