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El estudio 155.io lanz¨® ducks.io, la ¨²ltima incorporaci¨®n a la cartera de juegos en vivo de la empresa que prioriza los dispositivos m¨®viles; no solo est¨¢n generando revuelo y expectativas, sino que caminan con valent¨ªa hacia el centro de atenci¨®n de las apuestas. Filmado en un estudio construido a medida, este nuevo juego de carreras en tiempo real disponible las 24 horas da vida al impredecible mundo de las carreras de patitos en el iGaming como nunca antes se hab¨ªa visto en la industria. Los juegos se realizan con patitos de hule de colores brillantes que van sorteando remolinos y chorros de agua potentes, adem¨¢s de un cocodrilo falso, en una carrera repleta de imprevisibilidad en la que hay que apostar para llegar a la meta.
Sin embargo, detr¨¢s de la tonter¨ªa se esconde una pregunta seria: ?es posible reinventar el encanto retro de las ferias de atracciones como la pr¨®xima ola de entretenimiento de apuestas en vivo? En alg¨²n caj¨®n, en la ba?era o en la caja de juguetes de cuando ¨¦ramos ni?os, la mayor¨ªa hemos elegido nuestro ¡°patito¡±. Es en parte un juguete, en parte memoria, y esa conexi¨®n podr¨ªa ser la mayor ventaja del juego.
SiGMA News habl¨® en exclusiva con el empresario detr¨¢s del proyecto, Sam Jones.
Hablamos de c¨®mo el famoso Hook-a-Duck (juego tradicional de un puesto de feria en el que hay que enganchar un patito) a¨²n perdura en la memoria como si fuera ayer. Bajo los vivos tonos del cielo de una feria al atardecer, el mundo resplandec¨ªa con esa magia peculiar que solo la infancia puede invocar. El aroma a cebolla frita, los ramos de algod¨®n de az¨²car, la m¨²sica a todo volumen de los valses y la pista de carreras, y una ca?a de pescar tan fr¨¢gil que apenas sosten¨ªa la cuerda. Recordamos c¨®mo recog¨ªamos un patito de hule que tambaleaba en la feria y gan¨¢bamos un cubo de Rubik de imitaci¨®n o un silbato que, en realidad, mucho no silbaba. La emoci¨®n apareci¨® de golpe.
Ducks.io no solo apela a esa nostalgia, sino que la conecta con una atracci¨®n acu¨¢tica impulsada por ventiladores, remolinos y un brazo rob¨®tico. Un poco absurdo, pero muy divertido. Y tambi¨¦n es una forma ingeniosa y discreta de reinventar la diversi¨®n para los adultos que nunca dejaron de jugar. ?Se trata de apostar con picos, flotabilidad y un toque de ingenio loco!
La idea, seg¨²n Sam Jones, fundador y director ejecutivo de 155.io, no surgi¨® de una lluvia de ideas. Surgi¨® en las calles.
¡°He viajado mucho. Tokio, Florencia, Nueva York, M¨¢nchester, ?msterdam… en cada ciudad hay una tienda que vende patitos de hule¡± dijo Jones. ¡°La gente los compra en forma de Spider-Man, Donald Trump, Einstein, patitos de yoga… y todos sabemos cu¨¢l ser¨ªa el nuestro. El 6% de la poblaci¨®n mundial juega a las tragaperras, pero un porcentaje mucho mayor tiene un patito de hule. Por eso pens¨¦ ‘?C¨®mo podemos incluir patitos en un juego?’¡±
Lo que sigui¨® fue un proyecto de seis meses para dise?ar y construir un r¨ªo bajo techo funcional. El juego ¡ªque ya disponible en Hub88 y mediante integraciones directas¡ª cuenta con una pista de agua de 30 metros equipada con bombas de alta presi¨®n, aerogeneradores, chorros de agua, ¨¢rboles, rocas e incluso lluvia de pl¨¢stico. Un brazo rob¨®tico deja caer ocho patos cada cinco minutos, y el primero en cruzar la meta gana.
¡°Hay d¨¦cadas de eventos ben¨¦ficos con carreras de patitos en todo el mundo, pero quer¨ªamos convertirlo en un juego de 바카뼡±, explic¨® Jones. ¡°Los juegos de ë°”ì¹´ë¼ son un poco aburridos, todo es bacar¨¢ o blackjack. Para m¨ª, eso es aburrido. As¨ª que pensamos: ?podr¨ªamos grabar una carrera de patos?
Sin embargo, si la filmas en un r¨ªo de verdad, es muy dif¨ªcil que las cosas salgan bien; a veces est¨¢ oscuro, el clima var¨ªa mucho. Entonces pensamos: ‘?Podemos construir el nuestro?’¡±
Convertir ese legado en un formato completo de carreras de patitos en la industria del iGaming requer¨ªa m¨¢s que nostalgia: imprevisibilidad, creatividad y un modelo de negocio s¨®lido fueron tres exigencias b¨¢sicas. Para lograrlo, Jones recurri¨® a una empresa de piscinas con sede en los Emiratos ?rabes Unidos. ?La propuesta? Una poco convencional.
¡°La empresa construye fuentes enormes y elementos decorativos para hoteles. Entr¨¦ con un patito de hule y el tipo dijo que fue la reuni¨®n m¨¢s loca que hab¨ªa tenido en 30 a?os de carrera¡±, cont¨® Jones entre risas.
¡°Pero le dije que necesitaba que todo sea impredecible. Que el pato que va ¨²ltimo pueda ganar, y que el que lidera pueda perder. Eso es lo que lo hace divertido y tambi¨¦n justo¡±.
Si bien los juegos tipo crash (de choque), como Aviator, abrieron nuevos nichos en el segmento de 바카ë¼s casuales, a muchos les falta un atractivo visual m¨¢s all¨¢ de las l¨ªneas descendentes y los multiplicadores. Ducks.io retoma el mismo atractivo de las apuestas instant¨¢neas, pero lo ancla en el caos f¨ªsico, una t¨¢ctica m¨¢s parecida a las carreras de canicas en Twitch o las transmisiones en vivo de juegos de apuestas con monedas. Mientras que Aviator ha estado “apuntando a las estrellas” en ?frica, forjando un nicho importante en las apuestas r¨¢pidas y m¨®viles, las carreras de patos cambian el guion, colocando el caos en primer plano con r¨¢pidos, chorros y el drama de los patitos de goma.
Ducks.io no es solo chapoteo y espect¨¢culo. Bombas de alta presi¨®n impulsan el agua a diferentes velocidades, mientras que los chorros laterales y los t¨²neles de viento crean virajes y paradas impredecibles. ?rboles y rocas redirigen el flujo, y el caim¨¢n falso act¨²a como un comod¨ªn. ?El resultado? Ning¨²n patito puede deslizarse. Uno que lidera la carrera podr¨ªa desviarse del camino, mientras que otro de atr¨¢s puede aprovechar una r¨¢faga, una corriente o una abertura y arrebatarle la victoria. En este juego, la imprevisibilidad no es casualidad. Cada alteraci¨®n es intencional, forma parte del dise?o general que desata el caos en la competencia. Ning¨²n pato es un ganador seguro, y all¨ª est¨¢ la magia. Tienes que estar atento para ver qu¨¦ sucede.
En t¨¦rminos de producto, el juego funciona de manera similar al t¨ªtulo anterior de 155.io, ¡°marbleas.io¡±, un juego de carreras de canicas en vivo en el que se apuesta a la canica ganadora en condiciones impredecibles de la pista real. Los jugadores pueden apostar al ganador, hacer uno o dos pron¨®sticos o probar un TriCast completo. Sin embargo, el dise?o visual fue fundamental en todo el desarrollo.
¡°¡°Tuve que pensar en c¨®mo se ver¨ªa bien en un tel¨¦fono. Ten¨ªa que ser corto, de 40 a 45 segundos como m¨¢ximo, y no pod¨ªamos permitir que los patos ganaran siempre desde la misma posici¨®n¡±, explic¨® Jones. ¡°En un r¨ªo real, puedes hacer algunas predicciones. Nosotros tuvimos que dise?arlo para que cualquier cosa pudiera pasar. incluso a?ad¨ª un cocodrilo de pl¨¢stico. Si un pato se mete en el canal equivocado, el reptil se lo lleva¡±.
Jones tambi¨¦n dej¨® los equipos de c¨¢mara profesionales y opt¨® por el iPhone.
¡°Uno de nuestros mayores problemas era que la gente no cre¨ªa que las carreras fueran reales, se ve¨ªan demasiado bien. As¨ª que probamos muchas c¨¢maras, pero descubr¨ª que pod¨ªa crear mejores carreras con el tel¨¦fono. Puedo meterme al r¨ªo, filmar al patito que lleva la delantera y mostrar a los que vienen atr¨¢s. Eso es lo que los apostadores necesitan ver. Si no, piensan que estamos reteniendo a los patitos o adelant¨¢ndolos¡±.
Para que las carreras de patitos en iGaming se vieran aut¨¦nticas, las im¨¢genes deb¨ªa parecer real, sin edici¨®n profesional, hasta descuidadas, a fin de reforzar la idea de que no hab¨ªa nada preparado. Ahora, cada carrera se graba continuamente con un iPhone y un vide¨®grafo en directo. Es una decisi¨®n de dise?o deliberada que influye en la psicolog¨ªa del jugador. Las im¨¢genes crudas, grabadas con el m¨®vil, ayudan a contrarrestar la incredulidad y generan confianza a trav¨¦s de la imperfecci¨®n. Esa imperfecci¨®n es intencionada. Las im¨¢genes sobreproducidas levantaban sospechas. Los jugadores pensaban que las escenas estaban editadas o que los patos estaban manipulados. Sin embargo, la grabaci¨®n sin tr¨ªpode se siente m¨¢s real. Ver salpicaduras en el objetivo o la c¨¢mara persiguiendo a un patito genera confianza, refleja m¨¢s las im¨¢genes deportivas que las generadas por computadora, y en las apuestas, la confianza lo es todo.
Entonces, ?qui¨¦nes son los destinatarios? Jones se apresura a se?alar que no es para los aficionados al bacar¨¢ de alto riesgo.
¡°Si alguien apuesta la hipoteca de su casa, lo hace en el bacar¨¢ o en cualquier otro juego. No quieren ver una carrera de patitos¡±, explic¨®.
¡°Me interesan m¨¢s los jugadores que prueban los 바카ë¼s en l¨ªnea por primera vez o alguien que jug¨® al Aviator y quiere probar algo nuevo. O amigos en el bar que dicen: ‘T¨² eliges rojo, yo amarillo, el que pierde se paga la siguiente cerveza’¡±. Ese dise?o h¨ªbrido es precisamente lo que hace que las carreras de patitos en el iGaming se sientan como un punto de entrada divertido y de bajo riesgo para los nuevos apostadores.
El estudio ya ha despertado un gran inter¨¦s inicial. Un operador colombiano, seg¨²n Jones, le coment¨® que era el mejor juego que hab¨ªan visto en a?os. Probablemente se deba a su dise?o informal y su estilo realista. Jones sab¨ªa que la clave era captar la atenci¨®n durante no m¨¢s de un minuto, pero que ese minuto contara.
Si bien el concepto puede ser impredecible, la estrategia de retenci¨®n no lo es en absoluto.
Jones y su equipo ya est¨¢n implementando nuevas caracter¨ªsticas:
Estos no son blancos f¨¢ciles. Cada funci¨®n est¨¢ dise?ada para mantener a los jugadores curiosos, competitivos y con ganas de m¨¢s. Al integrar narrativa, f¨ªsica y dise?o en cada personaje, la plataforma fomenta la emoci¨®n y un juego m¨¢s profundo y recurrente.
¡°Estamos tratando de convertirla en una historia sobre los patos¡±, dijo. ¡°Queremos que la gente tenga su favorito. A?adiremos incentivos de racha, carreras tem¨¢ticas y duelos de personajes para que parezca m¨¢s que una simple carrera¡±.
Hubo contratiempos a lo largo del camino. ¡°Compramos 50 patos en ?msterdam, personajes geniales, pero no eran patos de carreras. En la ba?era, se ven geniales. En el r¨ªo, se caen de lado. As¨ª que ahora nuestros patos tienen bases con peso. Tengo miles de patos que no podemos usar. Pero eso es parte de la diversi¨®n¡±.
Si bien algunos pueden ver a ducks.io como una novedad, para 155.io, es parte de una visi¨®n mucho m¨¢s amplia.
¡°Estamos muy centrados en los juegos del mundo real¡±, explica Jones. ¡°Todo lo que hacemos es en vivo. Todo es lo m¨¢s ca¨®tico posible. Seguiremos desarrollando nuevos formatos y descubriremos cu¨¢les traen fama y fortuna¡±.
Algunos juegos funcionan mejor como sorteos que con dinero real. Otros pueden explotar como contenido de influencers. Para Jones, no se trata solo de ser diferente. Se trata de hacerse notar.
¡°En conferencias como las de SiGMA e ICE, muchos juegos parecen iguales. Tragaperras, crupieres en vivo, juegos tipo crash: hay un mill¨®n de variantes. Queremos que la gente en las oficinas diga: ‘?Ya viste en qu¨¦ puedes apostar?’. Eso es lo que estamos construyendo¡±.
Sin embargo, en un mar de monoton¨ªa, 155.io no sigue las tendencias. Ofrece espect¨¢culos que los jugadores no han visto antes, pero que captan instintivamente. Independientemente de que , ya est¨¢ demostrado que las carreras de patitos en iGaming pueden convertir la nostalgia l¨²dica en una experiencia intensa. La industria del iGaming prospera gracias a la estructura, pero este juego descarta ese reglamento y los jugadores se lanzan sin dudarlo.