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La decisión de un joven de Melbourne de rechazar un acuerdo económico con las casas de apuestas ha puesto de manifiesto las medidas de prevención de daños por juego en Australia. Gordon Burns, de 23 años, rechazó 25.000 dólares australianos de Amused Group, operador de BetNation y BetDeluxe, para retirar una queja regulatoria sobre la gestión de sus problemas de juego.
La queja de Burns ante la Comisión de Carreras y Apuestas del Territorio del Norte (NTRWC) detalló cómo ambas plataformas no intervinieron a pesar de las evidentes señales de alerta. En 2024, depositó 190.000 dólares australianos en cuestión de minutos mediante múltiples transacciones, incluyendo tres depósitos separados de 120.000 dólares australianos en 17 minutos. Según las normas de la NTRWC, los operadores deben supervisar y restringir las cuentas que presenten este tipo de comportamiento de alto riesgo.
La oferta de acuerdo llegó por WhatsApp en marzo de 2024, y un representante de Amused Group solicitó una decisión inmediata: “¿Tienes tiempo para una breve llamada? Quería hablar sobre un acuerdo para tu cuenta”, Burns le dijo a . “Los 25.000 $ podrán ayudarme a mí, pero no van a ayudar a la próxima persona que tenga probelmas”.
Un vocero de Amused Group defendió las cláusulas de confidencialidad como una “práctica estándar en muchas industrias”, y agregó que su objetivo es “dar firmeza y proteger la privacidad” en lugar de suprimir preocupaciones legítimas.
La NTRWC confirmó que la retirada de las quejas no detiene automáticamente las investigaciones, destacando las multas recientes de un millón de dólares australianos a Unibet por incumplimiento de la autoexclusión. Mientras tanto, la presidenta de la Autoridad Australiana de Comunicaciones y Medios, Nerida O’Loughlin, enfatizó la importancia del cumplimiento normativo. Después de todo, el registro nacional de autoexclusión de BetStop se diseñó para evitar que los jugadores problemáticos accedan a las cuentas.
Con las pérdidas anuales de 25.000 millones de dólares australianos en el juego, aumenta la presión para que se modifiquen las leyes. El director ejecutivo de la Alianza para la Reforma del Juego, Martin Thomas, condenó la experiencia de Burns como prueba de un sistema deficiente.
La organización aboga por la plena implementación de las 31 recomendaciones del Informe Murphy, incluyendo la prohibición gradual de la publicidad de juegos de azar. Thomas argumenta que las elecciones federales del 3 de mayo representan “la mejor oportunidad en años para una reforma real”, en particular con el creciente apoyo interparlamentario a controles más estrictos.
Mientras la queja de Gordon Burns avanza en el NTRWC, es imposible ignorar el panorama general: el impulso comercial de la industria del juego se contradice cada vez más con la necesidad de proteger a los clientes vulnerables. Las apuestas en línea están en auge, con más del 21% de los adultos en Australia participando.
Aun así, las historias sobre errores regulatorios siguen llamando la atención, y la industria continúa generando miles de millones de dólares al año. En este contexto, existe una creciente sensación de que una reforma real no puede esperar más, y cada vez más personas exigen medidas para garantizar que las personas reciban la atención adecuada en lo que respecta a los riesgos del juego.