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GLPI se suma a la oposición contra el iGaming en EE.UU.
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Gaming and Leisure Properties, Inc. (GLPI), uno de los mayores propietarios de 바카라s en Estados Unidos, ha decidido unirse a la , intensificando así la oposición a la expansión del iGaming en el país. Esta decisión marca un momento clave para el sector de los juegos de azar, ya que con 68 바카라s repartidos en 20 estados, añade peso a una coalición que busca frenar la liberalización del juego en línea, salvo en el caso de las apuestas deportivas.
GLPI, que nació en 2013 tras separarse de Penn Entertainment, no opera directamente los 바카라s que posee, sino que arrienda sus propiedades a operadores que gestionan las actividades presenciales. Entre sus activos figuran establecimientos emblemáticos como el M Resort en Las Vegas, Ameristar Kansas City y Tropicana Atlantic City. Su éxito financiero está íntimamente ligado al rendimiento de los 바카라s físicos, lo que explica su interés en limitar la expansión del iGaming.
Así opera la NAAiG
La Asociación Nacional contra el Juego En línea (NAAiG) surgió en otoño del año pasado como una respuesta organizada de operadores de 바카라s preocupados por el avance del iGaming. Su misión es “proteger a las comunidades de los riesgos del juego en línea promoviendo el juego responsable y presencial”, según han declarado sus representantes as.
La NAAiG agrupa a importantes actores del sector, como Churchill Downs, Jack Entertainment, Peppermill Resorts, Monarch Casino Resort y Foundation Gaming & Entertainment, entre otros. El vicepresidente ejecutivo y consejero general de The Cordish Companies, Mark Stewart, destacó en declaraciones a medios que la adhesión de GLPI “subraya el creciente consenso en todo el sector de que los riesgos del iGaming son reales y de gran alcance”. Stewart añadió que la expansión del juego en línea amenaza no solo la viabilidad de los 바카라s físicos, sino también empleos, ingresos fiscales y la inversión local.
Los miembros de la NAAiG sostienen que el iGaming fomenta la adicción, reduce los ingresos fiscales de los gobiernos estatales y locales y puede provocar recortes de empleo en el sector presencial. La postura de la asociación contrasta con la de algunos grandes operadores, como Penn Entertainment, que ven el juego en línea como un complemento que puede impulsar el crecimiento de los 바카라s físicos.
El impacto del iGaming en la industria y el debate legislativo
La entrada de GLPI en la NAAiG coincide con momentos clave en la agenda legislativa de varios estados. Por ejemplo, Maine acaba de aprobar una ley que autoriza el iGaming, otorgando privilegios exclusivos a las tribus estatales. GLPI posee allí el Hollywood Casino Hotel & Raceway Bangor, gestionado por Penn Entertainment. Además, en Massachusetts, donde GLPI también tiene intereses a través del Plainridge Park Casino, se está debatiendo un proyecto de ley sobre juegos de azar en línea.
GLPI cuenta con propiedades en otros estados donde el iGaming está en discusión o ya es legal, como Ohio, Maryland, Indiana, Illinois, Luisiana, Delaware, Nueva Jersey, Pensilvania, Rhode Island y Virginia Occidental. En total, la empresa posee 19 바카라s en estados clave para el debate sobre el juego en línea.
¿Cuántas asociaciones anti-iGaming existen realmente?
En el panorama actual de Estados Unidos, la NAAiG destaca como la principal organización nacional dedicada a oponerse al iGaming. Si bien existen movimientos y coaliciones locales o estatales que también expresan preocupación por el avance del juego en línea, la NAAiG es la única asociación de alcance nacional con una estructura formal y una membresía compuesta por grandes operadores del sector presencial. No se han identificado otras asociaciones nacionales con un enfoque exclusivo en la lucha contra el iGaming, lo que refuerza la relevancia y el peso de la NAAiG en el debate regulatorio y empresarial del sector de los juegos de azar.
Así, la adhesión de GLPI a la NAAiG refuerza la posición de quienes consideran que el iGaming representa riesgos significativos para la industria tradicional del juego y para las comunidades en las que operan los 바카라s físicos. El debate, lejos de resolverse, sigue abierto y con actores cada vez más influyentes en ambos bandos.
