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Durante m¨¢s de dos d¨¦cadas, Miles Saacks vivi¨® y respir¨® el mundo del iGaming. Nacido en Sud¨¢frica y actual ciudadano de Malta, ocup¨® puestos s¨¦nior en el sector de afiliaciones y fue jefe de departamento en toda la industria del juego. Sin embargo, un grave problema de salud sacudi¨® su vida, pero tambi¨¦n le abri¨® una puerta inesperada: escribir libros.
¡°En julio 2024 tuve un accidente cerebrovascular ¨Dme cuenta abriendo su coraz¨®n¨Dy estuve hospitalizado. Recuperarme me llev¨® unos siete u ocho meses. Como parte de ese proceso, los m¨¦dicos me recomendaron hacer actividades relacionadas con la creatividad para mantener el cerebro activo. No soy escritor, pero escribir era lo ¨²nico que se me ocurri¨®é¢.
El resultado de este inesperado giro creativo es (La vida en la casa de una perra), una historia c¨¢lida, divertida y sorprendentemente compleja narrada por Trixi, la perra de la familia. ¡°Trixi cuenta la historia de nuestra familia desde su punto de vista ¨Dexplica Saacks¨D. Nos llama mam¨¢ y pap¨¢ y nos presenta a todos los perros que entran por la puerta. Cada uno tiene su propia personalidad, su propia historia e incluso su propio acentoé¢.
El libro est¨¢ inspirado en la gran cantidad de perros que han pasado por la casa familiar ¡ªque tambi¨¦n funciona como un hogar transitorio¡ª y narra la vida con mascotas de una manera divertida y fantasiosa, pero con un sentido de la realidad. ¡°Hemos tenido perros irlandeses, alemanes, ucranianos… cada uno tiene su car¨¢cter. Una perra ten¨ªa el pelo del color del Bailey’s, as¨ª que se convirti¨® en irlandesa; cuando la sacamos a pasear le decimos ?Vamos a buscar duendes, Bailey!é¢
¡°Tenemos otro perro que se llama Drogo. Tiene una voz como la de Arnold Schwarzenegger ¡ªdice entre risas¡ª. Cuando est¨¢ cerca, le hablamos como si estuvi¨¦ramos en una pel¨ªcula de acci¨®n y lo llamamos DrogoVich, el perro guerrero ucraniano. Cada perro tiene su voz y su personalidadé¢.
¡°Hola, soy Trixi, ?abr¨®chense los cinturones! Porque estoy a punto de contarles todo sobre las aventuras salvajes, disparatadas y realmente alucinantes que tenemos en la casa. Si te parezco un poco alocada… ?es como soy! ¡ª Life in the DogHouse.
Aunque el libro est¨¢ escrito en un tono infantil, tambi¨¦n incluye ingeniosas alusiones a la cultura pop que los adultos apreciar¨¢n. ¡°Soy un ni?o que creci¨® en los setenta, como adolescente viv¨ª los ochenta y gran parte del humor proviene de Los cazafantasmas y pel¨ªculas de esa ¨¦poca. As¨ª que, aunque a simple vista es un libro infantil, sin duda tiene algo para los adultosé¢.
No es solo un libro de cuentos, es educativo. ¡°Tambi¨¦n hay historia: hablo de Napole¨®n, personajes hist¨®ricos e incluso de Evel Knievel (un actor y artista estadounidense). Y utilizo los perros para ense?ar a los ni?os a cuidar de sus mascotas. Diferentes razas, diferentes necesidadesé¢.
Para Saacks, publicar no se trataba de fama ni fortuna. ¡°La gente cree que escribir un libro te hace rico. Si eres J.K. Rowling, tal vez. Pero para m¨ª, siempre tuvo la intenci¨®n de ayudaré¢.
Los ingresos por la venta de libros se destinan directamente a organizaciones ben¨¦ficas de animales en Malta, y ya se han donado los primeros 100 €. ¡°Es una peque?a cantidad, pero es un comienzo. Los refugios no necesitan m¨¢s comida ni mantas; lo que realmente necesitan es ayuda con las facturas m¨¦dicas. Con 100 € se pueden esterilizar algunos perros. Ah¨ª es donde intentamos marcar la diferenciaé¢.
Tambi¨¦n ha encontrado aliados en la comunidad de iGaming. ¡°Mi empresa, EGO – SkillOnNet, compr¨® 20 copias y est¨¢ organizando un concurso para el personal. Espero que m¨¢s gente de la industria se sume. Est¨¢ empezando a tomar impulsoé¢.
Saacks todav¨ªa parece sorprendido por el resultado. ¡°Ya est¨¢ publicado oficialmente; alguien me pregunt¨® qu¨¦ hubiera ganado si no vend¨ªa ning¨²n ejemplar. Yo respond¨ª: solo el 0,02 % de la poblaci¨®n mundial public¨® un libro. Eso es algo. Para m¨ª, es un logroé¢.
Aunque ya se ha recuperado y ha vuelto al trabajo, la nueva pasi¨®n de Saacks no da se?ales de desvanecerse. ¡°No paran de surgirme nuevos personajesé¢, comenta. ¡°As¨ª que s¨ª, la creatividad est¨¢ dando vueltas. Si encuentro el tiempo o no depende del trabajo y de c¨®mo vaya estoé¢.
Saacks incluso incursion¨® en la IA para dar vida visual a sus personajes. ¡°Al principio no ten¨ªa suscripci¨®n de pago, as¨ª que a veces tardaba cinco d¨ªas en generar una imagen. Luego la pas¨¦ a una versi¨®n superior, pero aun as¨ª, los detalles, conseguir que los ojos del perro fueran azules en lugar de verdes, ?no siempre es f¨¢cil!é¢
¡°Les cuento sobre el lugar m¨¢s exclusivo de la casa: nuestra ‘ventana al mundo’. Es como la versi¨®n canina de los palcos VIP. Ahora, el alf¨¦izar es un espacio privilegiado. Izzi, Charlie y yo nos apretamos all¨ª como sardinasé¢. ¡ª Life in the DogHouse
Si bien el libro puede parecer un alejamiento de sus ra¨ªces en iGaming, Saacks lo ve como un cambio necesario, y quiz¨¢s un modelo para el equilibrio.
¡°Sol¨ªa ??ser jefe de filiales, jefe de departamento. Pero despu¨¦s del derrame cerebral, decid¨ª dar un paso atr¨¢s. Retroced¨ª en ambici¨®n, por as¨ª decirlo. Y estoy contento. Mi empresa me cuida. El estr¨¦s de los puestos directivos simplemente no era bueno para mi salud ni para mi familiaé¢. Sin embargo, no descarta la posibilidad de volver a asumir un puesto directivo en el futuro, a medida que mejore su salud, siempre que se respete este nuevo equilibrio.
Y ese tal vez sea el mensaje de Life in the DogHouse: sanar, a veces, comienza no con una gran reinvenci¨®n, sino con peque?as historias contadas a trav¨¦s de los ojos de quienes se sientan tranquilos a nuestro lado y mueven la cola.
El libro se puede comprar .