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El recorrido y los objetivos de Uganda para alcanzar el desarrollo sostenible
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En Uganda, al igual que en la mayor parte de África, el sector se está expandiendo rápidamente. En cuatro años, los ingresos generados por el gobierno a partir de las casas de apuestas se sextuplicaron: de 50.000 millones de chelines (USD) en junio de 2020 a 323.000 millones de chelines en junio de 2025, según la Junta Nacional Reguladora de Loterías y Juegos de Azar (NLGRB).
Los fondos totales apostados aumentaron de 500 mil millones de chelines (139,5 millones de dólares) en el año fiscal 2021/2022 a casi ocho billones de chelines (2.230 millones de dólares), mientras que un promedio de 52 empresas están activas en la industria de juegos de azar y apuestas de Uganda.
El mercado es dinámico, con aproximadamente 10 nuevas empresas incorporándose cada año, atraídas por la creciente demanda, la innovación digital y un entorno regulatorio favorable para los inversores. Sin embargo, la competencia, la evolución regulatoria y los cambios en los modelos de negocio también expulsan a muchos. 51 operadores se han marchado en los últimos cinco años, mientras que 2023 fue un año de cambios fiscales y aumento de los gastos de cumplimiento.
El sector del billón de chelines
Continúan entrando nuevos actores al mercado, lo que indica una confianza duradera en el mercado ugandés en medio de presiones. Sin embargo, la información de la NLGRB indica que la salida de operadores tiene un alto coste, además del impacto en la facturación. La mayoría deja depósitos de jugadores pendientes de liquidar, impuestos impagos y pérdidas de empleos.
Una laguna regulatoria agrava este riesgo: las fianzas, destinadas a cubrir las responsabilidades de los operadores, vencen anualmente y, una vez vencidas, no pueden recuperarse, lo que compromete la protección del consumidor. No obstante, la NLGRB ha sugerido una reforma crucial que busca establecer un proceso formal de salida, resolviendo todas las obligaciones fiscales y salvaguardando los fondos de los jugadores antes de la salida.
Durante el ejercicio 2023/24, la NLGRB resolvió 46 quejas relacionadas con ganancias impagadas, cancelaciones de apuestas, fallos del sistema, cierres de operadores y disputas entre empleados. El importe en disputa por quejas públicas ascendió a aproximadamente 1.660 millones de chelines (463.033,76 dólares); sin embargo, dos demandas pendientes reclaman 24.100 millones de chelines (6,7 millones de dólares), casi 15 veces el valor de todas las quejas públicas.
La importancia de garantizar la integridad de los ingresos
Sin embargo, eso no es todo. El gobierno no está obteniendo suficientes ingresos fiscales con este crecimiento. La Autoridad Tributaria de Uganda (URA) proyectó recaudar 439.000 millones de chelines (122,5 millones de dólares) para el ejercicio fiscal 2023/24, pero , pero superior a los 152.000 millones de chelines (42,4 millones de dólares) del año pasado.
Las casas de apuestas gravan únicamente el dinero ganado por los jugadores tras deducir los gastos incurridos. Por ejemplo, si los jugadores apuestan 100 millones de chelines (27.893,60 dólares) y recuperan 90 millones de chelines (25.104,24 dólares), la casa grava únicamente los 10 millones de chelines (2.789,36 dólares) de beneficio.
Para tapar la fuga, el Ministerio de Finanzas está estableciendo un Sistema Nacional de Monitoreo Electrónico Central para monitorear las apuestas y las ganancias en tiempo real.
Problemas con el cumplimiento normativo
Sin embargo, la amenaza más importante para la floreciente industria del juego es el incumplimiento. En una auditoría exhaustiva realizada a nivel nacional por la NLGRB el año pasado, descubrieron que .
La falla es de naturaleza tanto estructural como cuantitativa. En términos financieros, algunos operadores incumplieron requisitos fundamentales, como demostrar suficiencia de capital y presentar sus declaraciones a tiempo. Otros inflaron sus balances con reservas ilíquidas o declararon ingresos provenientes de servicios sin licencia, como software y provisión de cuotas.
Algunos operadores, como Fortuna, incluso bloquearon las inspecciones por completo, cuestionando abiertamente la autoridad del regulador.
Las lagunas jurídicas se amplían
Mientras tanto, las lagunas jurídicas son cada vez más frecuentes. Los jugadores ahora juegan bingo a través de USSD en radio y televisión utilizando generadores de números aleatorios (RNG) sin pruebas de terceros, y sin verificación de edad. Además, existe Aviator, un juego de 바카라 de ritmo rápido que ahora ofrecen operadores sin licencia de 바카라.
Parece que las leyes vigentes no fueron diseñadas para el sector del juego, calificado como sofisticado y cambiante. Todo es más rápido, con juegos de internet, apuestas móviles y publicidad en línea que las respaldan. Sin embargo, la NLGRB está desarrollando un nuevo sistema para ponerse al día, pero los retrasos están costando ingresos fiscales.
Por ejemplo, los anunciantes aún realizan su trabajo manualmente. El año pasado, el regulador recibió solo 14 anuncios de juegos de azar, rechazó cuatro y la mayoría no se reenvió. Para rastrear los anuncios, los funcionarios de la NLGRB deben ver la televisión o escuchar la radio.
Incluso las promociones legales presentan pérdidas financieras. ¿Por qué? Porque la ley no permite a la NLGRB cobrar una tarifa por procesarlas. Esto significa que se escapa dinero a través de las grietas legales. Para mejorar la supervisión financiera, la NLGRB planea colaborar más estrechamente con el Banco de Uganda para aumentar la transparencia en las transacciones con fondos provenientes de los juegos de azar.
Si el gobierno no actúa rápidamente, la velocidad y la escala de la industria superarán la ley, lo que le costará al país miles de millones de chelines en ingresos perdidos.
Un organismo regulador nuevo y mejorado
Sin embargo, a pesar de estos desafíos, el sector ha realizado algunas reformas importantes.
Con la asunción de la nueva junta directiva de la NLGRB, el ministro de Finanzas, Matia Kasaija,dijo que la junta anterior, presidida por Aloysius Mugasa Adyeri, había transformado la NLGRB, de una entidad desorganizada a una institución moderna, transparente y creíble.
“Junto con el director ejecutivo Denis Mudene Ngabirano y la Secretaría, usted ha impulsado una transformación que ha redefinido el sector del juego. La junta directiva no solo mantuvo el statu quo, sino que también mejoró, expandió y desarrolló la institución”, afirmó.
La nueva junta, que estará dirigida por Kenneth Kitariko, un experto con más de 25 años de experiencia en los mercados financieros, cuenta con una amplia experiencia en materia regulatoria, legal, de cumplimiento, de gobernanza y de liderazgo deportivo.
Los otros miembros incluyen a Mark Paul Odong, un experimentado agente de la ley; Faridah Bahemuka Murungi, experta en política legal y fiscal; Esther Akullo, experta en planificación y rendición de cuentas; y William Blick, experto en gobernanza deportiva y participación de las partes interesadas.
Kitariko dijo que la nueva junta había entrado en un nuevo capítulo, uno que requiere coraje, concentración y un compromiso inquebrantable para impulsar la ejecución estratégica.
La nueva junta también se encargará de alinear el NLGRB con la agenda de desarrollo de Uganda, que busca aumentar los ingresos locales mediante la tecnología y la optimización de datos, y lograr una expansión de diez veces, de 61.300 millones de dólares a 500.000 millones de dólares para 2040. Además, apoyará los objetivos estratégicos del .
Ngabirano indicó que la nueva junta es oportuna ya que la industria del juego es dinámica y está en evolución, un aspecto que tiene nuevas expectativas, y agregó que NLGRB se asegurará de mantener los valores de integridad, eficiencia y equidad en la regulación de la industria del juego.
