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El sector del juego en línea en América Latina enfrenta desafíos constantes relacionados con la informalidad y la falta de regulación en algunos mercados. En un esfuerzo conjunto por enfrentar estos problemas, y la Cámara de Comercio de Bogotá han firmado un acuerdo que busca no solo combatir la ilegalidad en las apuestas, sino también posicionar a los juegos de suerte y azar como una opción legítima dentro de la oferta de entretenimiento del país.
Este pacto no se limita a la fiscalización, sino que introduce una estrategia integral basada en tres pilares:
Estas medidas apuntan a consolidar una industria más transparente y sostenible, en línea con los estándares de mercados más maduros. Esto implica implementar prácticas responsables y éticas que fomenten la confianza entre los inversores y consumidores. Además, promueven un entorno de negocio más equitativo y competitivo. “A través de este tipo de espacios, queremos visibilizar el compromiso de la entidad y su papel en la transformación de las problemáticas para la construcción de soluciones”, declaró al respecto Ovidio Claros Polanco, presidente de la Cámara de Comercio de Bogotá.
Aunque el acuerdo entre Coljuegos y la Cámara de Comercio de Bogotá menciona la lucha contra la corrupción como uno de sus pilares, no detalla las estrategias específicas que se implementarán para alcanzar este objetivo. En otros mercados más regulados, como el Reino Unido y España, se han adoptado medidas concretas que podrían servir de referencia para Colombia. En el Reino Unido, la Comisión de Juegos del Reino Unido ha establecido estrictos mecanismos de auditoría financiera y sistemas de verificación de identidad para prevenir el lavado de dinero y la manipulación de apuestas. Por su parte, en España, la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ) ha fortalecido la transparencia mediante la trazabilidad de transacciones y la imposición de sanciones a operadores que incumplen con las normativas. Estas estrategias han demostrado ser efectivas y podrían servir de guía para la implementación de políticas anticorrupción en el sector del juego en Colombia.
Una de las claves del acuerdo es la transformación digital del sector. En mercados más desarrollados, como España o el Reino Unido, la adopción de tecnologías ha sido crucial para mejorar la fiscalización y garantizar un entorno seguro para los jugadores. En Colombia, esta estrategia permitirá optimizar los procesos regulatorios, reducir la evasión fiscal y ofrecer herramientas más eficientes para supervisar la actividad del juego.
Por otro lado, la reducción de barreras para operadores informales representa un paso fundamental para la expansión del sector formal. En muchos países, los altos costos regulatorios y la complejidad de los trámites han dificultado la transición de operadores informales al mercado legal. Este acuerdo busca ofrecer incentivos y mecanismos que faciliten el cumplimiento normativo, promoviendo así una competencia equitativa y generando mayores ingresos para el Estado.
Un aspecto clave de esta iniciativa es la intención de la Cámara de Comercio de Bogotá de fortalecer la colaboración con Fedecámaras para replicar la estrategia en otras regiones del país. Este enfoque es similar al que han adoptado asociaciones internacionales como la Asociación Europea de Juegos y Apuestas en Europa, que ha trabajado en conjunto con gobiernos y organismos reguladores para establecer normativas unificadas y fomentar la transparencia en la industria.
En España, la colaboración entre la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ) y la Asociación Española de Juego Digital (Jdigital) ha permitido establecer marcos regulatorios sólidos, facilitando la expansión del sector de manera controlada y responsable. Estos modelos han demostrado que la cooperación entre entidades públicas y privadas es clave para el éxito del juego en línea.
El acuerdo entre Coljuegos y la Cámara de Comercio de Bogotá representa un avance significativo en la consolidación de un mercado de juego en línea más formal y estructurado en Colombia. A través de la digitalización, la reducción de barreras para operadores y la lucha contra la corrupción, se sientan las bases para un sector más competitivo y alineado con las mejores prácticas internacionales. Es posible que el éxito de esta estrategia dependa de si logran implementarla a nivel nacional y de la voluntad del sector privado para apoyar esta transformación.