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Australia se enfrenta a un nuevo desafío a medida que los influencers de las redes sociales dan cada vez más importancia a las máquinas tragaperras, lo que genera alarma entre profesionales médicos, reguladores y expertos en salud pública. Si bien el juego ha ocupado un lugar destacado en la cultura australiana desde hace mucho tiempo, su reinvención digital está generando nuevas inquietudes, especialmente entre el público más joven.
Según un artículo de , una nueva ola de contenido se está extendiendo por plataformas como Instagram, donde los influencers se filman jugando a las máquinas tragaperras, a veces aportando cientos de dólares e invitando a sus seguidores a unirse a la experiencia.
Algunos videos presentan afirmaciones atrevidas, como jugar a las tragaperras sin parar hasta alcanzar cierta cantidad de seguidores. Otros destacan ganancias espectaculares, como convertir 5$ en 164.000$, mientras que ocultan las pérdidas que conllevan. Estos videos rara vez incluyen mensajes sobre juego responsable y son fácilmente accesibles para niños y adolescentes.
La Dra. Danielle McMullen, presidenta de la Asociación Médica Australiana (AMA), calificó la tendencia de “impactante” y advirtió que el contenido está “claramente dirigido a los jóvenes y busca glorificar un hábito peligroso, no uno que animaríamos a la gente a adoptar“. Añadió: “Estos vídeos demuestran que nuestras regulaciones sobre el juego no se adaptan al siglo XXI. Son, en esencia, anuncios de juegos de azar, y nuestros gobiernos deben analizar detenidamente cómo controlar este contenido”.
Una nueva investigación encargada por el gobierno de Victoria muestra que el coste social del juego en el estado se ha más que duplicado en menos de diez años, pasando de 7.000 millones de dólares en 2015 a 14.100 millones de dólares en 2023. La cifra incluye no solo impactos financieros como quiebras, sino también consecuencias emocionales como depresión, ansiedad y desintegración familiar. Fundamentalmente, este aumento de los daños se ha producido incluso cuando menos personas juegan en general, y la mayor parte del daño recae sobre quienes tienen un alto riesgo.
Las máquinas tragaperras o máquinas de juego electrónicas (EGM) son las principales responsables de este daño. Estas máquinas, por sí solas, representan más de 6.700 millones de dólares del total de costos sociales y económicos relacionados con el juego en Victoria. Con una jugabilidad rápida y disponibilidad las 24 horas, están diseñadas de forma que pueden agravar el daño a los usuarios. Según el informe, el 67% de los jugadores de EGM sufren daños graves, mientras que el 95% experimenta algún tipo de daño.
En respuesta al creciente problema, la Autoridad Australiana de Comunicaciones y Medios (ACMA) ha advertido a los influencers que promover servicios de juego ilegales podría conllevar multas de hasta 59.400 dólares. Quienes faciliten el acceso a plataformas de juego sin licencia podrían enfrentarse a sanciones de hasta 2,5 millones de dólares. El regulador ha emitido una clara advertencia: “Aviso a los influencers de redes sociales: dejen de promocionar servicios de juego ilegales entre los australianos. Si no lo hacen, se arriesgan a recibir sanciones considerables”.
Meta, propietaria de Instagram y Facebook, afirma aplicar normas estrictas sobre el contenido de juegos de azar. Un portavoz de la empresa explicó: “Tanto el anunciante como el creador deben obtener permiso por escrito para promocionar juegos de azar con dinero real y deben cumplir con todas las leyes y normativas australianas aplicables”. Meta también aplica un sistema de sanciones para responsabilizar a los anunciantes y creadores del contenido que publican, lo que puede conllevar restricciones o la suspensión de cuentas si se infringen las normas reiteradamente.
Aun así, muchas de estas publicaciones relacionadas con el juego permanecen visibles durante semanas. La distinción entre contenido personal y publicidad suele ser confusa. El Dr. Mark Johnson, profesor titular de la Universidad de Sídney, observó: “Vemos a personas que ya contaban con un número considerable de seguidores pasarse al contenido sobre juegos de azar en los últimos años, mientras que también hemos visto a personas que empiezan con este tipo de contenido e intentan alcanzar el estatus de influencer. Se trata, por tanto, de algo totalmente contemporáneo, y apenas hay investigaciones al respecto”.
El Consejo Australiano de Marketing de Influencers se ha sumado a la conversación, advirtiendo que muchos influencers podrían no comprender completamente los marcos regulatorios en los que operan. Instan a una comunicación más clara y una mejor educación para garantizar que los creadores sepan qué se espera de ellos al promocionar contenido de juegos de azar a través de asociaciones de afiliados.
Ante las crecientes preocupaciones, la atención se centra en cómo puede responder Australia. Los profesionales de la salud y los organismos reguladores coinciden en que los riesgos son reales y son cada vez más, y que posponer las medidas ya no es una opción.