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Martin Haijer, secretario general de la Asociaci¨®n Europea de Juegos y Apuestas (EGBA), genera pol¨¦mica al del juego y desmantelar el monopolio existente.
En Islandia, las opciones de juego est¨¢n muy restringidas. Solo se permiten unos pocos tipos y un n¨²mero limitado de operadores est¨¢n autorizados a ofrecerlos siempre que su misi¨®n sea financiar causas de inter¨¦s general. Por ejemplo, las m¨¢quinas tragaperras las opera Islandsspil, que patrocina la Cruz Roja y programas de b¨²squeda y rescate. Tambi¨¦n las opera la Loter¨ªa Universitaria, que financia la construcci¨®n y mantenimiento de casi todos los edificios de la Universidad de Islandia.
Otros dos operadores, Icelandic Getsp¨¢ e Icelandic Sweepstakes, ofrecen juegos de azar f¨ªsicos y en l¨ªnea. Destinan sus beneficios a asociaciones juveniles y deportivas.
Seg¨²n Haijer (arriba), estas normativas han restringido las opciones legales de juego. Empujan a los islandeses a buscar operadores sin licencia. Como consecuencia, ha florecido el mercado negro del juego, se?ala en una columna publicada en un peri¨®dico island¨¦s.
¡°La naturaleza de los monopolios es limitar las opciones del consumidor¡±, afirma Haijer. ¡°El juego en l¨ªnea es un mercado impulsado por los precios. La gente juega con su propio dinero y, naturalmente, quiere maximizar sus beneficios potenciales. Por tanto, los intentos de limitar la elecci¨®n del consumidor con monopolios crean m¨¢s problemas de los que resuelven. Quienes quieren apostar por el resultado de partidos deportivos o participar en otras formas de juego buscan opciones que ofrezcan mejor rendimiento que las empresas monopolistas. Esa b¨²squeda les lleva a veces a webs poco seguras gestionados por operadores dudosos¡±.
Un informe publicado a principios de este a?o por la revista Iceland Review afirmaba que los islandeses gastan anualmente unos 20 mil millones de coronas (146 millones de d¨®lares) en webs de apuestas extranjeros sin regular.
Haijer aboga por que Islandia se plantee adoptar un modelo similar al de Dinamarca y Suecia. Dinamarca regul¨® su mercado en 2012 y Suecia hizo lo propio en 2019.
¡°La experiencia de ambos pa¨ªses muestra que poner fin a los monopolios e introducir un sistema de licencias tuvo un efecto positivo en el mercado y no condujo a un aumento del juego en l¨ªnea insalubre¡±, escribi¨®.
Como respuesta a las preocupaciones sobre las posibles repercusiones sociales de la apertura del mercado, : ¡°Por el contrario, este cambio consiste en crear un entorno regulado que sea m¨¢s seguro para los jugadores que el entorno actual en Islandia¡±.
P¨¦tur Hrafn Sigur?sson es el presidente de la liga de baloncesto de Brei?ablik y representante municipal y responsable de informaci¨®n de Getsp¨¢/Sweepstakes de Islandia. Este respondi¨® a Haijer y se?al¨® que es ¡°el director gerente de una asociaci¨®n que representa a seis empresas de apuestas. Todas son famosas por violar las leyes islandesas¡±.
Sigur?sson afirm¨® que los operadores con licencia como Icelandic Getsp¨¢ e Icelandic Sweepstakes toman ¡°decisiones bien meditadas pensando en el juego responsable¡±, con el objetivo de evitar da?os relacionados con el juego. En cambio, critic¨® a las empresas extranjeras por las que aboga Haijer y relat¨® su historial de crear problemas relacionados con el juego. Estos problemas, escribi¨®, est¨¢n relacionados con pr¨¢cticas de marketing agresivas, como ofrecer bonos para atraer a clientes m¨¢s j¨®venes y nuevos.
Explic¨® adem¨¢s: ¡°Las empresas extranjeras de apuestas ilegales ofrecen cientos de juegos. Las investigaciones indican que la ludopat¨ªa se ve influida por el n¨²mero de juegos disponibles y la informaci¨®n que se ofrece a los apostantes. Para mitigar el riesgo, Icelandic Sweepstakes ha optado por ofrecer s¨®lo entre 12 y 25 juegos al d¨ªa, en todos los cuales solo se puede apostar durante el propio juego, sin juegos disponibles por la noche¡±.
Se opone firmemente a la propuesta de Haijer y concluy¨®: ¡°Quienes juegan en estas webs de apuestas (sin licencia en Islandia) tienen catorce veces m¨¢s probabilidades de desarrollar un problema de ludopat¨ªa y adicci¨®n al juego que quienes no lo hacen¡±.