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?En un reciente informe de , se recalca la expansi¨®n del sector de las apuestas deportivas en Estados Unidos. Aunque el sector vive un crecimiento y una rentabilidad sin precedentes, un alarmante aumento de los trastornos relacionados con el juego ensombrece los ¨¦xitos. Desde la sentencia del Tribunal Supremo de 2018, las apuestas deportivas se han convertido en un pasatiempo legal en 38 estados, y seis m¨¢s est¨¢n plantean legalizarlas. Esto implica que m¨¢s de dos tercios de los adultos estadounidenses, aproximadamente 164 millones de personas, residen ahora en un mercado legal de apuestas deportivas.
El informe de la Asociaci¨®n Americana de Juego sobre los resultados financieros del sector para 2023 revel¨® unos ingresos r¨¦cord por tercer a?o consecutivo. Los ingresos totales de los juegos de 바카ë¼, apuestas deportivas e iGaming alcanzaron los 66,52 mil millones de d¨®lares. La cifra supone un aumento del 10% con respecto al r¨¦cord anterior establecido en 2022.
El auge de las apuestas deportivas fomentado por asociaciones estrat¨¦gicas que involucran a famosos, profesionales del deporte y medios de comunicaci¨®n, incluidas redes de televisi¨®n, radio y plataformas en l¨ªnea. Las campa?as publicitarias y de marketing son omnipresentes y saturan las ondas de radio y las redes. Los anuncios suelen mostrar apuestas ?sin riesgo?, con antiguos deportistas que respaldan a las empresas de apuestas. La llegada de las aplicaciones en l¨ªnea ha hecho que las apuestas sean m¨¢s accesibles que nunca. Pr¨¢cticamente, todas las apuestas pueden hacerse ahora desde un smartphone. La forma m¨¢s popular y sencilla de apuesta deportiva es la apuesta de l¨ªnea de dinero, que se realiza sobre el resultado de un partido, encuentro o carrera, sin ning¨²n margen de puntos ni otros factores.
A pesar de la creciente legalidad y popularidad de las apuestas deportivas, la incidencia de los trastornos relacionados con el juego alcanza m¨¢ximos hist¨®ricos. El Consejo Nacional sobre Problemas de Juego calcula que unos 2,5 millones de adultos en Estados Unidos son lud¨®patas. Po otro lado, de cuatro a seis millones de personas experimentan problemas de juego de leves a moderados.
El juego patol¨®gico o ?compulsivo? est¨¢ reconocido como trastorno mental diagnosticable por la Asociaci¨®n Americana de Psiquiatr¨ªa y la Asociaci¨®n M¨¦dica Americana. Se caracteriza por la obsesi¨®n por las apuestas, la incapacidad para reducirlas o pararlas, jugar por encima de las posibilidades, pedir dinero prestado para financiar el h¨¢bito o perseguir las p¨¦rdidas apostando m¨¢s. Como cualquier otra adicci¨®n, el trastorno del juego puede tener consecuencias graves para la salud f¨ªsica y mental de una persona. Newsweek inform¨® el a?o pasado de que la facilidad de acceso a nuevas opciones de juego se ha correspondido con un mayor riesgo de problemas graves de juego, incluida la adicci¨®n. Este problema parece afectar de forma desproporcionada a los j¨®venes adultos de sexo masculino. Los h¨¢bitos de juego compulsivo pueden conducir a una escalada de pr¨¦stamos, deudas con tarjetas de cr¨¦dito y presiones para pedir prestado o robar. Resulta alarmante que, entre los trastornos de adicci¨®n, la ludopat¨ªa tenga una tasa comparativamente alta de intentos de suicidio.
Varias encuestas a nivel estatal han demostrado m¨¢s incidencia y prevalencia de los trastornos del juego desde 2018. Casi todos los estados de Estados Unidos han visto aumentar la demanda en los ¨²ltimos a?os de servicios de tratamiento relacionados con los problemas causados por el juego.
Actualmente, no existe financiaci¨®n federal para tratar los trastornos relacionados con el juego. Sin embargo, el senador Richard Blumenthal de Connecticut aboga por un cambio. En enero, present¨® la Ley de Recuperaci¨®n, Inversi¨®n y Tratamiento de la Adicci¨®n al Juego, que asigna fondos federales para ayudar a prevenir, tratar y estudiar la adicci¨®n al juego.
El senador Blumenthal no est¨¢ solo en sus esfuerzos. El congresista Paul Tonko, de Nueva York, fue el primer legislador que plante¨® formalmente su preocupaci¨®n cuando present¨® la Ley de Apuestas por nuestro Futuro el a?o pasado. Esta ley prohibir¨ªa toda la publicidad electr¨®nica y en l¨ªnea de las apuestas deportivas.
Tonko afirma que los anuncios suponen una ?amenaza especialmente peligrosa para los adultos j¨®venes que no son conscientes de los riesgos que entra?an las apuestas, y para las personas propensas a la adicci¨®n?. A pesar de que la mayor¨ªa de los estados exigen que los anuncios incluyan mensajes que fomenten el juego responsable y l¨ªneas de ayuda para los jugadores problem¨¢ticos, Tonko cree que la industria de las apuestas deportivas ha estado operando en un ?salvaje oeste, en un entorno en gran medida desregulado?. Este crea una ?crisis de salud p¨²blica masiva y creciente que implica un producto conocido y adictivo?.
Mientras Estados Unidos se enfrenta a estos problemas, muchos pa¨ªses europeos ponen l¨ªmites estrictos a las promociones o elimina por completo los anuncios de apuestas. En toda Europa, las autoridades gubernamentales toman medidas dr¨¢sticas contra los anuncios de apuestas, los patrocinios y la participaci¨®n de famosos en las campa?as publicitarias.
En el Reino Unido, pa¨ªs con una larga tradici¨®n de juego legal, las apuestas por m¨®vil se legalizaron en 2005. Sin embargo, el Comit¨¦ de Pr¨¢cticas Publicitarias del Reino Unido ha prohibido los anuncios de apuestas con estrellas del deporte y famosos en las redes.