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El prolongado litigio entre BetMGM y Sam A. Antar, sobrino del infame estafador electr¨®nico ¡°Crazy Eddie¡±, finalmente ha concluido. Y esta vez, la casa no solo gan¨®, sino que se llev¨® el bote.
Tras a?os de titulares, acusaciones y golpes legales, el Tribunal de Apelaciones del Tercer Circuito de los Estados Unidos confirm¨® la desestimaci¨®n previa de la demanda de Antar. El tribunal dictamin¨® que BetMGM no tiene responsabilidad legal por sus p¨¦rdidas de juego, a pesar de sus alegaciones de adicci¨®n y coerci¨®n por parte de anfitriones VIP.
El fallo reorganiza el panorama para demandas similares que se extienden por todo Estados Unidos, dejando poco margen para una victoria. Adem¨¢s, refuerza la cuerda floja que sigue recorriendo la regulaci¨®n del juego en la era digital.
Sam A. Antar demand¨® originalmente a BetMGM despu¨¦s de afirmar que perdi¨® m¨¢s de $24 millones en m¨¢s de 100,000 apuestas en l¨ªnea entre junio de 2019 y enero de 2020.
En su demanda, Antar aleg¨® que el programa de recompensas VIP del operador lo perjudicaba, aprovech¨¢ndose de su adicci¨®n con ofertas calculadas. Afirm¨® que los mensajes de texto de los anfitriones de BetMGM que ofrec¨ªan bonos, cr¨¦ditos y dep¨®sitos equivalentes lo manten¨ªan atrapado en un c¨ªrculo vicioso.
Este caso no fue el primero en que Antar se vio envuelto en el caos. Su t¨ªo, Eddie Antar, fue el cerebro de uno de los fraudes minoristas m¨¢s notorios de la historia estadounidense. SiGMA News explor¨® previamente el ca¨®tico legado del imperio Crazy Eddie en su art¨ªculo sobre la saga BetMGM-Antar, donde relat¨® una historia de controversia financiera y ca¨ªda p¨²blica relacionada con el nombre Antar.
En su dictamen del 29 de abril, el Tribunal de Apelaciones confirm¨® que la Ley de Control de Casinos de Nueva Jersey prevalece sobre la Ley de Fraude al Consumidor en casos como este. Esto significa que BetMGM y otros operadores con licencia no tienen la obligaci¨®n legal de impedir que las personas en riesgo jueguen.
Los jueces fueron muy claros:
¡°Antar era plenamente consciente de que los mensajes de texto de sus anfitriones VIP que ofrec¨ªan bonos, cr¨¦ditos y dep¨®sitos equivalentes eran exactamente lo que los anfitriones representaban: incentivos para seguir apostando¡±.
Tambi¨¦n rechazaron la idea de que BetMGM enga?ara a Antar sobre la naturaleza misma del juego. Los jueces concluyeron que las p¨¦rdidas constantes no son evidencia de enga?o, sino un riesgo conocido inherente al dise?o del producto. Perder mucho no significa que el juego est¨¦ roto. Esa fue la decisi¨®n del Tribunal.
En pocas palabras, el mensaje del tribunal fue contundente. Jugar es jugar. La casa nunca promete un cuento de hadas. Las probabilidades siempre favorecen a la casa, y los jugadores participan de manera voluntaria.
Esta sentencia llega en un momento en que BetMGM disfruta de un impulso comercial. Esta semana, el operador report¨® un aumento del 34 % en sus ingresos netos del primer trimestre, impulsado por el s¨®lido desempe?o en iGaming y apuestas deportivas.
Pero a medida que aumentan los ingresos, tambi¨¦n lo hace el escrutinio. Las demandas contra programas VIP y de fidelizaci¨®n se multiplican en todo Estados Unidos. Acciones similares se dirigen ahora a DraftKings y FanDuel, lo que genera inquietud sobre d¨®nde termina la promoci¨®n ¨¦tica y d¨®nde empieza la explotaci¨®n.
A pesar del fallo, el equipo legal de Antar ha prometido seguir luchando. El abogado Matthew Litt ha sugerido que a¨²n est¨¢ sobre la mesa una apelaci¨®n ante la Corte Suprema de Estados Unidos.
Por ahora, sin embargo, el precedente est¨¢ sentado. En palabras de la jueza de circuito Jane Roth, la legislatura de Nueva Jersey ¡°ha equilibrado la protecci¨®n de los jugadores y la protecci¨®n de la viabilidad financiera de la industria de los 바카ë¼s¡±.
La opini¨®n final del Tercer Circuito puede leerse completa en el . El fallo es una jugada fr¨ªa: los 바카ë¼s pueden repartir las cartas, pero no controlan la situaci¨®n cuando caen las fichas, ni siquiera cuando un jugador est¨¢ visiblemente en crisis.
En una declaraci¨®n exclusiva a SiGMA News, Sam A. Antar critic¨® el fallo y prometi¨® continuar su campa?a por el cambio.
¡°La decisi¨®n del Tercer Circuito de ratificar el fallo del Tribunal de Distrito es un claro incumplimiento de la gravedad de este caso. No se hizo justicia, y este fallo demuestra un flagrante desprecio por las innumerables personas y familias perjudicadas por la adicci¨®n al juego y el poder descontrolado de los 바카ë¼s en l¨ªnea¡±.
Antar tambi¨¦n hizo referencia a las muchas personas que lo han contactado a trav¨¦s de su plataforma de campa?a, prometiendo apoyo continuo a otros que enfrentan problemas similares.
¡°A todos los que me han contactado a trav¨¦s de mi sitio web, BetMGMLawsuit, gracias. Sus historias importan y no cejar¨¦ en mi lucha por la rendici¨®n de cuentas. Si han tenido problemas con un ë°”ì¹´ë¼ en l¨ªnea, har¨¦ todo lo posible para apoyarlos y que se escuche su voz¡±.
Su mensaje concluy¨® con una advertencia de que este no es el final:
¡°El sistema nos ha fallado, pero seguir¨¦ luchando. Y a los productores que se han acercado para contar mi historia: es hora¡±.
Esta sentencia puede brindar cierto alivio a los operadores. Pero tambi¨¦n ensombrece los debates sobre el deber de diligencia, la ¨¦tica en el marketing y el verdadero significado del juego responsable en la pr¨¢ctica.
Aunque BetMGM se marcha con su reputaci¨®n intacta, el debate sobre la deuda de los operadores con sus jugadores m¨¢s vulnerables est¨¢ lejos de terminar. Porque si los tribunales no ponen fin a las t¨¢cticas m¨¢s sombr¨ªas de la industria, quiz¨¢s sea hora de que los jugadores aprendan que las probabilidades nunca estuvieron realmente a su favor y que la casa nunca se ocupa de la conciencia.