B��lgica reforma los juegos de azar, un ejemplo para la industria

Lea Hogg
Escrito por Lea Hogg

B��lgica remodela la industria del juego. El pa��s sube la edad legal para todas las formas de juego de 18 a 21 a?os. Se trata de un paso significativo para proteger a los grupos demogr��ficos m��s j��venes que podr��an ser m��s susceptibles a los riesgos derivados del juego. El cambio no es meramente num��rico, sino una declaraci��n, un compromiso por promover el juego responsable.

Los requisitos de edad m��s estrictos acompa?an al mandato para que las webs de juego en l��nea reembolsen a los clientes que no alcancen la edad m��nima. Se prev�� que esta medida adopte una relaci��n m��s sana entre los consumidores y la industria del juego. Asimismo, garantiza que solo los mayores de cierta edad puedan participar en actividades de juego.

Sin embargo, dichos cambios tambi��n plantean nuevos retos a las webs de juego en l��nea. Tendr��n que asegurarse de que sus sistemas cumplen la nueva normativa. Esto podr��a implicar actualizar los procesos para verificar la edad y mecanismos de reembolso, una tarea que requiere tiempo y recursos.

No se puede ignorar el impacto de los cambios en los ingresos del sector del juego. Podr��an dar lugar a una ca��da del n��mero de consumidores que cumplen los requisitos, que afectar��a a los beneficios del sector a corto plazo. Sin embargo, a largo plazo, fomentar el juego responsable podr��a conducir a una industria m��s sostenible, que valore el bienestar de los consumidores por encima de los beneficios inmediatos.

El enfoque proactivo de B��lgica podr��a servir de modelo para otros pa��ses que se planteen reformas similares en sus industrias del juego. Sienta un precedente y demuestra que es posible equilibrar la rentabilidad de la industria del juego con la necesidad de proteger a los grupos vulnerables.

Aunque los cambios pretenden proteger a los consumidores y fomentar el juego responsable, es importante se?alar que su eficacia depender�� de su aplicaci��n y cumplimiento. El camino hacia el juego responsable es largo, pero con estos cambios B��lgica ha dado un paso decisivo.

B��lgica est�� dando pasos importantes para reformar el sector del juego. Por ello, se centra en proteger a los grupos demogr��ficos vulnerables y fomentar el juego responsable. El pa��s eleva la edad legal para todas las formas de juego de 18 a 21 a?os y equipara los requisitos de edad para las apuestas deportivas, el bingo y los salones recreativos a los de los 바카라s f��sicos. Estos cambios, que entrar��n en vigor el 1 de septiembre de 2024, obligan a las webs de apuestas en l��nea a reembolsar a los clientes que no alcancen la nueva edad m��nima y devolver las apuestas hechas sin verificar la edad.

ROGA, un compromiso para proteger al consumidor

En el contexto m��s amplio de la industria del juego, los principales operadores de juego en l��nea de EE. UU. fomentan un nuevo grupo comercial, The Responsible Online Gaming Association (ROGA). Dirigida por la Dra. Jennifer Shatley, especialista del sector (arriba), ROGA pretende mejorar la protecci��n del consumidor y proporcionar un acceso m��s eficaz a las herramientas del juego responsable. La asociaci��n agrupa a siete operadores de juego, entre ellos FanDuel, BetMGM, Penn Entertainment, Hard Rock Digital, bet365, DraftKings y Fanatics Betting & Gaming, que cubren el 85% del mercado legal de apuestas en l��nea de Estados Unidos.

Una de las tareas de la ROGA ser�� crear un centro independiente para intercambiar datos y compartir informaci��n relacionada con la protecci��n del consumidor. Sin embargo, a��n no se han revelado los detalles de esta iniciativa. Esta medida podr��a ser un intento de hacer frente a las crecientes cr��ticas de la opini��n p��blica contra el aumento de la ludopat��a. A diferencia de otras zonas como Europa, Australia, Brasil y el Reino Unido, Estados Unidos ha tardado en introducir regulaci��n y ha preferido presionar al sector para que se autorregule.

De acuerdo con esta evoluci��n, las plataformas de juego refuerzan los sistemas para incorporar clientes y aplicar procedimientos que aumentan la seguridad y protegen contra el abuso de bonos y promociones, como el uso repetido de un c��digo destinado solo a usuarios primerizos.